Ya sea que hablamos de empresas de gran tamaño como LOréal y Unilever, o que nos centremos en los tradicionales catálogos de Avon y LBel, el crecimiento en ventas es (indudablemente) sostenido.
Esto es algo que hasta hace algunos años hubiera parecido imposible, ya que si bien es cierto que la industria de la belleza siempre ha sido una de las más rentables del mundo, también es una que por mucho tiempo estuvo posicionada entre las personas pudientes.
Los motivos de esta evolución, aunque incontables, pueden englobarse en dos grandes aristas:
La compra-venta digital
El primero es el surgimiento (y masificación) del comercio electrónico, con el que las personas no solo obtenían información sobre productos que desconocían por completo, sino que además tenían la posibilidad de adquirirlos aún cuando estos no se comercializaran en su país. Entonces, puede que los productos del catálogo de Yanbal de julio 2019 no estén disponible en tú país, pero eso no significa que no puedas adquirirlos.
De esta forma comenzamos a ver los primeros pasos hacia lo que sería la democratización del mercado de la belleza: debido a que cada vez había mayor conexión entre proveedores y consumidores de todo el mundo, hasta las marcas pequeñas, o de imitación, podían expandir su alcance de forma significativa sin realizar enormes inversiones.
Personalidades de Internet
Aunque muchos ignoren el potencial de las redes sociales, y demás fuentes de información digital, las personalidades de Internet se han convertido en catalizadores para el incremento del consumo en la industria de la belleza. Ya sea que hablamos de bloggers, Youtubers, influenciadores en Instagram, etc.,
De esta manera, si una personalidad que nos genera confianza nos recomienda (a sus seguidores) que aprovechemos el más reciente catálogo de Avon, o nos incentiva a revisar el catálogo de Yanbal de julio 2019, nos enfrentamos así a un llamado de acción sumamente efectivo, y que hasta hace algunos años era imposible de lograr.
Este proceso de democratización de la industria de la belleza está ayudando a que cada vez más personas puedan obtener información y consumir productos que en el pasado eran inaccesibles. Si bien es cierto que todavía faltan varios pasos para ver que este fenómeno se consume, la realidad es que las herramientas digitales lo estarían haciendo posible.
Fuente: este post proviene de El blog de Kathy Gámez, donde puedes consultar el contenido original.
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