Además, sus preciosas carteras de mano, que se adecúan a cualquier tipo de evento, no pasan inadvertidas ubicadas en las estanterías de este comercio zaragozano. Tampoco lo hacen sus singulares collares y pendientes, realizados en diferentes materiales y colores.
Pero, sin duda alguna, sus artículos estrella son los broches y colgantes que elabora Rosana Puey artesanalmente, unos bonitos accesorios de colores muy variados y aptos para todos los gustos que pueden personalizarse.
Además, en este local de la capital aragonesa también hay hueco para vestidos con estampados de lo más atrevidos y camisetas muy originales, cuenta Rosana Puey.
Con el paso de los años, este espacio urbano y lleno de gratas sorpresas se ha ido abriendo hueco entre los referentes de la moda zaragozana, algo que no es de extrañar por el gran abanico de posibilidades que brinda y su exquisita atención al cliente.
Sara Puértolas Jiménez