Hoy os vengo a hablar del básico de los básicos. Esa prenda tan atemporal y clásica que no puede faltar en ningún armario: el abrigo camel. El abrigo camel puede tener diferentes formas, hechuras, patrones, larguras, y estar fabricado con diversos materiales como la lana o el algodón. Pero siempre está ahí y jamás pasa de moda.
El pasado puente de Carnaval, Manu y yo nos escapamos unos días a los Pirineos para tener unas vacaciones de nieve, ya que aquí estábamos casi a 20 grados. Uno de los maravillosos lugares que visitamos fue el pueblo medieval de Aínsa (Huesca). Aproveché la visita para enseñaros un look muy femenino y cómodo con abrigo camel. Y os comento que fue la única prenda de abrigo de vestir que me llevé debido a su versatilidad.
No os puedo linkear mi abrigo porque es un diseño único. Tuve la suerte de que en la tienda (Bernal, en Salamanca) tenían este prototipo de un nuevo diseño que iban a sacar fabricado con lana de angora y me lo dejaban a mitad de precio (unos 300€). Pero no hay problema, porque abajo os dejo otras opciones.
Desde mi punto de vista, un abrigo clásico de calidad es una de esas prendas en las que hay que invertir. Al tratarse de una pieza tan atemporal, conviene que nos dure lo máximo posible. Los abrigos de calidad suelen durar más de 10 años sin perder un ápice de su esencia, por lo que, a la larga, salen más rentables que un abrigo de fast fashion de 70€ que tienes que tirar a los dos años porque no aguanta.
El camel es un color que combina casi con todo, pero a mí me encanta con prendas blancas, beige, blush, azul marinas y negras. En el look que os traigo hoy llevo un jersey blanco roto de cuello alto, unos clásicos jeans, unas manoletinas bicolor de punta y un bolso Longchamp en azul marino. Mi intención era ponerme algo cómodo, que me permitiera pasear por el pueblo sin problemas, con lo que no pasase ni frío ni calor y que a la vez fuera femenino y estiloso.
Personalmente, creo que este outfit es uno de los más sencillos y eficaces. En cualquier otra ocasión probablemente lo hubiera combinado con otro bolso, pero el modelo de Longchamp me parece ideal para los viajes.
Paso a hablaros un poco del viaje.
Decidimos visitar Aínsa porque a ambos nos lo habían recomendado y todavía no conocíamos esa zona del Pirineo aragonés. Es un pueblo de estilo medieval precioso, todo recubierto con piedra, con unas vistas que quitan el hipo. Para pasear es muy tranquilo y para comer mejor aún (ñam).
Lo mejor es que, al entrar, vimos que tenía un zoológico. Bueno, por llamarlo de alguna manera, ya que solo tenían 4 animales (contados). En él suelen alojar a los animales que sufren algún tipo de lesión para curarlos y, posteriormente, devolverlos a su hábitat. Sin embargo, tienen esos 4 animalitos en exposición permanente porque sus heridas no les permiten vivir de forma autónoma. Se trata de una pareja de búhos (¡que han tenido bebés!) que no pueden volar, un águila culebrera que se llama Tuertín porque perdió un ojo y un quebrantahuesos. El recorrido por sus instalaciones nos encantó y aprendimos mucho sobre esta última especie.
Fotos hechas por Manuel Laya/Luxmantica Photos
Jeans: New Look Petite
Jersey / Sweater: Sfera // Similar, similar, similar
Cinturón / Belt: Stradivarius (similar)
Bolso / Bag: Longchamp Le Pliage L
Manoletinas / Ballet flats: Zara
Diadema carey / Hairband: I Am // Similar
Abrigo camel / Camel coat: Bernal
Otras opciones: Mango / El Corte Inglés / Miss Selfridge / Kristen Blake / Ralph Lauren
Fuente: este post proviene de Preppy Paula, donde puedes consultar el contenido original.
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