Érase una vez,no hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo de Indiana, en una pequeña granja, nació una pequeña niña. No, espera... ¡dos niñas! De hecho, hermanas gemelas, idénticas. Según fueron creciendo, desarrollaron unos hábitos un tanto excéntricos. Jean, la hermana mayor (sólo por 3 minutos), solía hacer pasteles de barro mientras se pintaba la cara con el brillante pompis de las luciérnagas, mientras Jane, la otra mitad, se pasaba horas contando Raisinettes(chocolatinas),mordiéndolas por la mitad y luego intercambiándolas con sus amigas por M&M's enteros.
La familia Ford al completo y todo aquel que conocía a estas dos pequeñas e imaginativas niñas no tenía la menor duda de que ambas acabarían haciendo algo fabuloso en sus vidas. Y así sigue esta historia... Después de graduarse en la Universidad de Indiana en 1970, Jean y Jane Ford cogieron sus títulos respectivos en Educación Artística y Finanzas, y se mudaron a la empinada ciudad de San Francisco para ejercer de modelos y actrices. Fue unos años más tarde, cuando se hicieron famosas al protagonizar los anuncios de la marca Calgon Bath. Pero esto no les llenaba y de repente salió una idea brillante de sus cabezas.
Porqué no abrir una pequeña boutique de cosmética, una muy suya, una que ofreciese productos en tendencia pero funcionales y que diese un giro único a la cosmética convencional. Jean y Jane siempre se habían hecho sus propios productos de maquillaje, intercambiando trucos que habían aprendido durante sus años de modelos y mezclando colores hasta encontrar la sombra perfecta. Esta tentativa tenía todos los ingredientes para ser todo un éxito: Jean había sido bendecida con un genio creador y Jane tenía el cerebro empresarial. En 1976, abrieron su primera tienda en San Francisco, y la llamaron 'TheFacePlace'. El éxito de la pequeña tienda fue tal que en 1980 ya habían abierto dos boutiques más que atrajeron una clientela que adoraba la divertida atmósfera que había, y los no menos divertidos nombres de esos productos que daban unos resultados inmediatos.
Catorce años más tarde el negocio seguía siendo un boom... y de unas pequeñas boutiques en San Francisco dieron el gran salto a la distribución nacional. Fue entonces cuando las gemelas decidieron cambiar el nombre de la tienda y dar a su ya florecida compañía una identidad. Después de un viaje deJane a Italia, donde constantemente oía la expresión "Bene!Bene!", Jean y Jane buscaban algo que encajase (en inglés, fit) con Bene, y a medianoche... nació Benefit.
Esta es la historia de cómo Jean y Jane han convertido una pequeña tienda en un negocio que mueve 200 millones de dólares con más de 600 puntos de venta en doce países y cinco tiendas propias, tanto en California como en Londres. Benefit continúa creciendo y dando a cada cliente una experiencia única y divertida que hace que vuelvan a por más. Sus productos se caracterizan por ser únicos, divertidos, coloridos, con envases y nombres originales. No en vano, el lema de la marca es "La risa es el mejor cosmético. Diviértete, sonríe y úsala."
Estos son los best sellers de la marca: