Se trata de artículos que pueden combinarse con otros de plena tendencia para formar diferentes looks, tanto informales, como elegantes. ¿Queréis saber cuáles son?
(Imagen: Polyvore)
Vaqueros
Prácticamente todas las mujeres cuentan con unos jeans en su ropero, puesto que su comodidad y resistencia los hacen ser el tipo de pantalones más usado. Precisamente por eso, en sus inicios iban destinados al trabajo de los marineros de Génova (Italia), pero en los años 50 su utilización se extendió a sectores juveniles. Sin embargo, no llegaron a su máximo esplendor hasta los 70, a cargo de Levi Strauss, quién los diseño tal y como los conocemos hoy en día.Su éxito reside en que pueden combinarse absolutamente con todo para lograr looks casuales, con zapatos planos, camisetas y jerseys; o más arreglados, mediante unos stilettos y cualquier camisa o camisetas brillantes, de pedrería o lentejuelas.
Además, hay tejanos de todas las formas: pitillo o rectos, para las más sofisticadas; acampanados, para las de estilo hippie; e, incluso, cortos, para lucir piernas en verano. ¿Cuál es el vuestro?
(Imagen: Polyvore)
Camisa blanca
En el siglo XIX los ingleses vistieron la primera camisa blanca abotonada, aunque ésta era considerada una prenda de interior de la que sólo se mostraban los cuellos. No obstante, su funcionalidad la hizo saltar al exterior para convertirse en un básico de hombres y mujeres.Hay muchas formas de llevarla, ya sea con pantalones de pinzas, de tiro alto y acampanados, con faldas de tubo, vaqueros, etc.
Al igual que podremos usarlas lisas, con chorreras, puntillas, de manga corta, larga, francesa...
Lo mejor es encontrar una con la que estemos cómodas y defina nuestro estilo, así podremos conservarla muchas temporadas.
(Imagen: Polyvore)
Little black dress
Probablemente la prenda que más tiempo ha permanecido impasible es el vestidito negro, conocido como little black dress. Su diseño se basa en ser totalmente negro y corto y, como no podía ser de otro modo, la artífice de su fama fue la mismísima Coco Chanel en los años 20. Ella misma lo concibió como un artículo útil, accesible e inalterable en el tiempo.En su sencillez reside su versatilidad, puesto que podemos llevarlo con zapato alto o bajo, acompañarlo con joyas de brillantes para una fiesta, sin apenas complementos para trabajar, o mezclarlo con otros colores adecuándolo a las tendencias que primen en ese momento.
(Imagen: Polyvore)
Zapatos
Los zapatos cuentan con dos básicos atemporales: los salones y las bailarinas. El primero, es siempre de tacón, aunque los centímetros de altura son a nuestra propia elección. Los colores neutro, negro y nude, son la mejor elección, pero lo primordial es que podamos aguantarlos durante muchas horas.Por el contrario, las bailarinas o manoletinas son totalmente planas y muchas mujeres piensan que son el modelo más confortable para largas jornadas. Podréis elegir entre diseños lisos, acolchados, con lacito o sin él, en un sólo tono o bicolores...¡Encuentra las tuyas!
(Imagen: Polyvore)
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