Este tipo piercing puede ser usado indistintamente por hombres o por mujeres. Igualmente, es fácil de retirar y si no desea usarse de nuevo deja una cicatriz muy pequeña que desaparece en la piel o solo queda como un pequeño punto, similar a una peca o un lunar diminuto.
La mezcla de un aro nariz y piercing es muy sencilla de resolver, pues de ello es fácil tanto de colocar como de mantener en perfecta limpieza. No obstante, a continuación damos algunos consejos y consideraciones sobre este tipo de piercing.
Colocar y llevar un aro en la nariz
En esencia se pueden llevar dos tipos de piercing en la nariz: el que perfora las fosas nasales o el que va entre ellas, haciendo un agujero en el cartílago del tabique nasal. Como es de suponerse, este último es el más complicado de colocar, el más doloroso y también el menos usado. De hecho, la población femenina no suele colocárselo muy a menudo.
Un aro nariz requiere ciertos cuidados, sobre todo en caso de enfermar de gripe, pues la mucosidad natural de este padecimiento puede acarrear infecciones bastante incómodas. En tal sentido, se recomienda:
Usar guantes.
Debes sacar la joya a diario y limpiarla.
Además, es importante: ¡no dormir con esa pieza puesta! Te la puedes enganchar y lacerarte de manera severa si te la arrancas sin querer.
Finalmente, resta indicar que un piercing aro nariz es muy coqueto en el caso de las mujeres, y también puede resultar muy varonil para los caballeros. Solo debes saber escogerlo y luego cuidarte para que no te genere infecciones.
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