En muchas prendas no me importa, ya que sé que la moda cambia rápido y no dispongo de un presupuesto tan amplio para ropa. No voy a llevar una camiseta tanto tiempo, ni unos vaqueros, ni unas zapatillas que necesite para el trabajo. No obstante, existen ciertas prendas en las que merece la pena invertir y que, a la larga, nos terminan saliendo baratas de lo mucho que dan de sí.
Esto es especialmente notable en las estaciones frías, ya que las prendas de abrigo o el calzado son productos que necesitamos que verdaderamente tengan garantías. A nadie le gusta comprarse unas botas, por muy bonitas que sean, y que queden inservibles tras pisar un charco. Por ello hoy quiero compartir con vosotros 5 de esas prendas mágicas en las que no debemos tener miedo a gastar un poco más, ya que son acierto seguro.
1- Botas de agua Hunter
Sí, lo sé, existen múltiples marcas de botas de agua y las Hunter son innecesariamente caras. No os lo recomiendo porque quede guay llevar el logo de Hunter, sino con conocimiento de causa.
Como gran amante de las botas de agua, tengo varias de distintas marcas. También me gusta mucho la marca española Igor Shoes que ofrece diseños preciosos por solo unos 50€. PERO las últimas que me compré fueron Hunter y mi mundo dio un vuelco.
No sé si os ha pasado o solo es cosa mía, pero me costaba un mundo quitarme las botas. En plan que tenía que pedir ayuda a alguien para que tirara de ellas y, aún así, nos llevaba un rato. Imaginad cuando estaba sola... Menudo circo. Bien pues con las Hunter no me pasa. El material del que están hechas es tan flexible que se quitan con facilidad, aunque lleves calcetines gruesos. Y lo mejor de todo es que eso también se nota al caminar (al flexionar las articulaciones) y no afecta para nada a la rigidez y durabilidad del material.
¿Significa eso que a partir de ahora solo compraré Hunter? No, para nada. Pero considero que no está de más tener, al menos, un par que te garanticen la comodidad. Yo apostaría por los modelos más básicos y atemporales, como el negro, el verde musgo o el rojo.
2- Bolso Longchamp Le Pliage
Sí, es un bolso muy basic, pero tampoco hay que dejarse tanto dinero en él. El modelo más grande, el large, cuesta alrededor de 85€.
¿Por qué este bolso? Es increíble todo lo que este bolso puede albergar sin parecerlo. Os juro que he llevado ropa, apuntes de clase y el portátil dentro, y no te da sensación de peso. Es que no sé cómo explicarlo, de verdad.
Primero que es un bolso plegable e impermeable, lo que lo convierte en opción número 1 para meter en la maleta o llevar un día de lluvia. Pero al mismo tiempo es el bolso perfecto para llevar durante el viaje, ya que tiene mucha capacidad de almacenaje y no aporta un gran peso. Además, es un bolso que se sujeta muy bien en el hombro y no se cae tan a la ligera como muchos otros. Por último, tiene una ventaja extra, y es que la marca te lo arregla gratis cuando se te deshilacha o se roza.
No sé qué tal serán los modelos más pequeños, pero el tamaño L me ha resultado extremadamente útil para todo en la vida.
3. Chaqueta Barbour
Voy a hablar concretamente del modelo Beadnell, que es el que yo tengo y que considero que es el más atemporal e icónico.
Barbour como marca es garantía de calidad. Eso sí, lo pagas. Está diseñado para resguardar del frío inglés y soportar la lluvia, ya que su envoltura de cera repele el agua. No es per se un abrigo calentito, pero su estructura amplia permite llevar debajo uno de esos plumas finitos para complementar. Algunos de sus bolsillos están forrados con pana en el interior para meter la manos y que estén calentitas. Además, tiene bastantes bolsillos amplios para meter cositas.
Os gustará si os gusta esa estética de campiña inglesa y/o os gusta hacer salidas al campo en otoño/primavera, así como pasear por la playa en días fríos y demás. Para mí, es un básico.
Barbour, como ya he dicho, tiene muchos modelos de chaqueta con diferentes características. Yo estoy segura de que con cualquiera acertaréis.
4. Abrigo camel de calidad
Aquí no os hablo de ninguna marca en concreto, ya que podéis encontrar buenos abrigos camel en distintos establecimientos.
Como ya he mencionado anteriormente, es normal tener varios tipos de abrigos y no queremos pagar lo mismo por todos ellos. Es decir, no es lo mismo una gabardina clásica que un abrigo de tendencia en unos colores muy particulares. Mientras la primera prenda te la puedes poner durante años, la otra se quedará obsoleta a las dos temporadas.
No obstante, los abrigos de corte clásico son un must. Son fondo de armario. Los otros vienen y van, cambian, se rompen, te dejan de gustar... Pero siempre vas a recurrir al típico abrigo color camel, puesto que combina con muchas cosas y se adapta a diferentes contextos y ambientes sociales. Lo mismo lo puedes llevar a clase que a una reunión formal.
Mi madre me regaló uno de una tienda local fabricado en taller propio y estoy encantada.
5. Sneakers New Balance
Hasta este año nunca había tenido unas zapatillas de la marca New Balance. He tenido muchísimas zapatillas en mi vida, sobre todo Converse, pero nunca me habían llamado la atención las NB. En primavera, mi madre nos compró unas para las dos (o sea, unas para ella y otras para mí) porque quería unas sneakers en color pastel.
Hasta entonces, pensaba que el furor por esta marca era puramente estético, pero estaba equivocada. Dudaba entre unas Gazelle rosas y unas NB y el punto de la comodidad se lo llevaron las segundas. Pero por goleada, además.
Son unas zapatillas ultra cómodas que quedan bien con todo tipo de outfits y que vienen en todos los colores y modelos imaginables. Yo me las cogí en rosa, pero me encantaría tener unas en burdeos para los meses de otoño e invierno. Y otras en negro que combinen con todo. Y otras en azul marino. Y otras... Vamos, que voy a acabar con un zapatero lleno de NB y botas Hunter para cada ocasión. Soy una básica, qué le vamos a hacer.