Sin embargo, una vez hemos suspirado aliviadas sabiendo que nuestro problema no es realmente un tema de salud, seguro que podemos darle un toque de humor al asunto con esta recopilación de 10 momentos que solo entenderán aquellas ofuscadas con la caída del cabello. ¡Verás como no eres la única que vive estas situaciones de estrés!
1. De repente un día tienes la sensación de haberte unido a la tendencia fluflfy (sí, esa que ha puesto de moda los jerséis y abrigos de pelo) sin siquiera pretenderlo. Y es que tu ropa de invierno, sobre todo la más oscura en el caso de ser rubia, está llena de cabellos que han decidido abandonar tu cabeza e instalarse allí.
2. Cuando llevas unas horas en la oficina o sentada en el pupitre de clase, te das cuenta de que tu mesa se ha convertido en un cementerio en el que diversos 'cadáveres' capilares se estiran a sus anchas.
3. Temes la hora de lavarte el pelo más que nada en el mundo, pues sabes que verás irse por el desagüe, o peor aún, atascarse allí, gran parte de tu preciosa cabellera.
4. Peinarte, más aún cepillarte, es otro de esos momentos de terror en los que te gustaría gritar: ¡noo! Podrías, casi, hacerte un postizo de relleno para tus moños con todo el cabello que se acumula en el peine.
5. A veces encuentras pelos en lugares insospechados tras secarte la melena con el secador, como en los azulejos del baño, el bidé o la puerta.
6. Sientes que tus coletas son cada vez más finas, pese a que las gomas o coleteros siguen dándote las mismas vueltas que siempre.
7. No paras de mirarte frente al espejo intentando buscar inicios de entradas e, incluso, a veces crees encontrarlos, aún sabiendo que siempre has tenido el rostro tipo diamante o similar.
8. Piensas que si consigues dejarte el cabello más y más largo demostrarás que sigue creciendo y no importará si tienes poca cantidad o falta de volumen.
9. Miras tus puntas como mínimo una vez al día, para comprobar si están muy dañadas o abiertas. Algunas veces también las acaricias para cerciorarte de que están perdiendo suavidad.
10. Tienes pánico a acudir a la peluquería, ya que crees que van a cortar esos centímetros que tanto esfuerzo te ha costado conseguir.
¿Sabes de lo que hablamos verdad? Pues no estás sola, ¡todas lo hemos sufrido alguna vez!
No obstante, si a pesar de todo, la caída sigue preocupándote o tienes alguna duda, siempre aconsejamos acudir a un centro de confianza y especializado donde puedan comprobar que todo está en orden e, incluso, ayudarnos a paliar esta caída. Recuerda que lo normal es perder entre 100 y 150 cabellos al día y que no debes pensar en ello como un problema hasta que percibas un adelgazamiento notorio de la melena durante por lo menos 3 meses, notes calvas visibles, picores, rojeces, inflamación, etc.
Asimismo, para potenciar el crecimiento y fortalecer el pelo, no debes olvidar:
- Seguir una dieta sana rica en hierro y vitaminas A y B
- Evitar el estrés en la medida de lo posible
- Activar la circulación del cuero cabelludo, cepillándote por la mañana y la noche
- Usar productos acordes a tu tipo de pelo
- Evitar la tensión continua de ciertos peinados
- Peinarlo adecuadamente, empezando siempre por las puntas y subiendo hasta la raíz
- Protegerlo siempre del calor, tanto del producido por secadores y planchas, como del sol en verano