Aunque hace una semana el duende de la primavera ya había superado las alergias primaverales, se había deslomado tras semanas de recolectar flores y su moreno paleta no hacía más que acrecentar el blanco de su sonrisa, esta servidora aún no había hecho el famoso cambio de armario.
Muerta de la vergüenza de ver bufandas, guantes, abrigos y prendas varias que con solo mirarlas me entraban sofocos cual turista en pleno agosto sevillano, decidí dar el paso. Mientras me encontraba con las manos en la masa, me acordé de lo que siempre me dice mi madre "tanta-ropa-de-verano-y-en-primavera-estás-desnuda".
Al principio no le di importancia, pero a medida que avanzaba la semana, pensaba en las citas que tenía y en lo que me iba a poner, y me ocurrió lo de siempre: empecé pensando en ponerme algún vestido (ya que para eso los había desenterrado), pero no tardé en descartarlos, pues los que veía no están preparados para soportar las ligeras variaciones de temperatura de 10ºC entre sol y sombra ni deseaba sepultarlosbajo mil capas a lo onion style. Harta de pelarme con foulards, chaquetas, cazadoras, medias y botines recurrí al comodín: pantalones y top.
¿Entonces? ¿Qué nos queda para poder lucir vestido en primavera? Parece que pasmarnos de frío o enterrarnos entre capas y ¡a ver si alguien averigua que bajo de todas esas mantas llevas un vestido!
La solución recae pues, en confiar la primavera a vestidos versátiles, que como mucho sólo requieran una única capa externa (cazadora, trench, etc.). Es decir, evitar vestidos con tirantes y espaldas y/o escotes extremadamente abiertos, buscar las mangas (3/4 o cortas) y pensar en que con tan sólo una prenda encima, podremos utilizarlo durante los meses de transición anteriores y posteriores al verano.
Adicionalmente, podremos disfrutar estos vestidos en pleno verano sin necesidad de cubrirnos. Si las mangas son muy completas, los aprovecharemos durante las noches o en las horas más fresquitas.
Aunque esto ya lo sabíais y no os ha hecho falta llegar hasta aquí, si habéis estado de tiendas últimamente, habréis visto el panorama: en la gran mayoría predominan vestidos con tirantes y hombros al aire, de tejidos finos y/o vaporosos, con escotes y/o espaldas descubiertas, que están deseando sentarse en una terraza de verano en pleno julio. Estos últimos vestidos serán los que nos hagan caer en la tentación de compra, y no los más "tapados", ya que los descartaremos pensando "total-en-tres-semanas-ya-no-me-lo-pongo", de ahí el vacío de vestidos primaverales en mi armario.
Este post demuestra que, entre las marcas más conocidas y accesibles, podemos encontrar vestido para lucir en plena primavera evitando el onion style y, de paso, reírnos del duende por menos de 50â?¬.
Little White Dress
El blanco es el color más fresco y ofrece infinitas combinaciones, por eso es el vestido esencial del buen tiempo.
Mango Springfield Mango
Los tres primeros vestidos pueden lucirse con un trench y botines o zapatos, mientras que para los dos siguientes (algo más informales) podemos salir airosas con nuestra cazadora denim.
Sfera (ambos)
Vestidos Camiseros
Los vestidos camiseros, son el mejor aliado para la primavera. Además de cubrirnos escote, espalda y hombros cumplen múltiples funciones:
pueden combinarse con pantalones en los días primaverales más fríos.
sirven tanto para looks formales como informales, ya que aceptan todo tipo de complementos.
son cómodos como ningún otro.
Mango Zara GAP
Túnica Playera
Estos vestidos ofrecen prácticamente las mismas prestaciones que los vestidos camiseros, aunque se mueven en una estética más informal. En primavera pueden igualmente combinarse con pantalones para ir a la oficina, y disfrutarlos luciendo piernas en los días más calurosos de verano.
H&M Mango Veromoda
Denim
Los vestidos tejanos son fondo de armario por ser la gran opción casual. Podemos combinarlos con todo lo que nos propongamos, y en verano, son la mejor elección para los planes informales en las noches más fresquitas.
PROMOD Pull & Bear
Vestidos estampados
El print floral es el rey de la primavera, desde las flores más llamativas hasta los diseños tribales existe un amplio abanico de tonalidades y tejidos.
Springfield (ambos)
Los dos vestidos superiores son una buena opción para las primeras pinceladas primaverales, además, podemos seguir llevándolos durante la entrada otoñal. Igualmente, son vestidos que combinan de maravilla con sandalias veraniegas.
Los tres vestidos inferiores respiran primavera en estado puro, combinados con cazadoras o blazers darán alegria al resto del conjunto.
Mango River Island (Asos) Zara
Encajes
En verano estamos acostumbradas a ver encaje en vestidos blancos o tonalidades pastel. No deberíamos desterrarlos de tonalidades más oscuras, pues trabajan como si se tratasen de transparencias, aunque cubren algo más dando una nota floral, y por lo tanto, más primaveral.
PROMOD Pull & Bear
Jumpsuits
Los monos han ido pegando cada año más fuerte. Resultan cómodos, fácilmente combinables y son la alternativa más completa al vestido.
Los que resultan más compatibles entre primavera y verano, deberían apoyarse en pantalón largo o mangas 3/4.
Mango Zara Bershka
Desde los estampados más florales hasta los negros o monocolor, todos pueden sernos útiles en registros formales o casual.
Mango Stradivarius
Aunque no ha sido tratado en el post, las faldas largas son otra gran alternativa a los disfraces de vestido veraniego con mantas. No obstante, suelen ser prendas a las que recurrimos con menor frecuencia por ser algo menos prácticas.
¡Y hasta aquí! Espero que alguna de estas ideas a precios sinsillos os haya servido para dejar el sayo antes del 30 de mayo :)
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