- Antes de maquillarnos, es necesario trabajar nuestro roto, incluidos nuestros labios. Para ello, podemos aplicar un bálsamo bien denso sobre ellos. De este modo, los hidrataremos y prepararemos para nuestro maquillaje. Si no disponéis de uno, podéis usar una crema untuosa, pero es fundamental que los nutramos.
- Cuando hayas terminado el resto del rostro y vayas a maquillar los labios, debemos retirar el exceso del producto que nos habíamos echado. Para ello, nos vamos a ayudar de un papel tissue o un pañuelo, que vamos a envolver en nuestro dedo y a pasarlo sobre nuestros labios haciendo un poco de presión con movimientos suaves, sobre todo en los lugares en los que tenemos pellejos.
Recuerda que es importante no tirar de las pielecitas porque podríamos dañar nuestros labios. Si notas que no queda humectante y aún quedan pielecitas, puedes volver a aplicar tu bálsamo y repetir el proceso con el papel. Siguiendo al piel de la letra estos simples consejos conseguirás unos labios perfectos y resistentes para tu labial. ¡Pruébalo!