Es cierto que existen algunas manchas en la piel de carácter genético, como las pecas o los lunares, pero, en todo caso, el primer paso para evitar que aparezcan nuevas manchas es, sin duda, la protección solar. Además, es la mejor forma de evitar que las manchas que ya existen aumenten de tamaño.
Los léntigos son las manchas solares y seniles, que, aunque son manchas benignas, generalmente, causan incomodidad estética a quien las sufre, ya que desigualan el tono de la piel y lo apagan, dando un aspecto de envejecimiento.
Cómo tratarlas
En Medibell somos especialistas en el tratamiento de manchas de forma personalizada. Antes de cualquier tratamiento nuestro equipo médico se encarga de analizar y estudiar cada pancha, su forma, color y tamaño, para seleccionar el tratamiento y la intensidad más adecuada.
Ya sean faciales o corporales, las manchas pueden atenuarse e, incluso, eliminarse a través de la luz pulsada intensa (IPL) o con tratamiento láser. Así, se emite una luz que actúa sobre la melanina de la mancha y la ayuda a desaparecer.
Aunque los efectos empiezan a notarse desde la primera sesión, serán necesarias de tres a cinco sesiones para una mejora apreciable de los resultados. Esas sesiones deberán estar separadas entre cuatro y seis semanas, siempre que la piel no se haya bronceado.
Y, de nuevo, la protección, que deberá aplicarse de forma intensa mientras dure el tratamiento. ¡Recuérdalo! Ahora que comienzan el buen tiempo y los días de sol la fotoprotección debe ser tu mejor aliado.