Aparece en todo tipo de piel aunque sobretodo en piel blanca y fina, manifestándose como pequeñas varices en diferentes zonas de la cara que se hacen más evidentes con los cambios de temperatura, ambientes cargados, emociones fuertes, exposiciones excesivas o radiaciones solares, etc.
En esta época de año se suele presentar con frecuencia cuando pasamos del exterior, con temperaturas gélidas a interiores con temperaturas mucho más altas por las calefacciones.
¿Cómo evitar la cuperosis?
Debemos evitar las situaciones que provoquen vasodilatación, como saunas, baños calientes, sol y solárium (rayos uva), estrés, comida con mucho picante y no beber alcohol en exceso ni fumar.
La alteración la vemos sobretodo en pómulos y aletas de la nariz, apareciendo en trazos de color rojo o púrpura. En estados avanzados incluso pueden aparecer pápulo-pústulas.
Tratamiento para la cuperosis
Gracias a la medicina estética podemos recurrir al láser para tratar este problema estético.
Los tratamientos con luz pulsada intensa permiten mediante la termólisis selectiva que podamos destruir selectivamente el cromóforo culpable de la rojez, y a su vez, respetar las estructuras vecinas y consiguiendo que el vaso sanguíneo se coagule y reabsorba provocando la desaparición de la lesión vascular.
La zona tratada la tendremos que proteger con protector solar, incluso en invierno y utilizaremos una crema hidratante con propiedades calmantes y vasoconstrictoras.