Los lunes siempre me da mucha pereza pensar en el resto de la semana, pero hay semanas (valga la redundancia) completas y con planes chulos que son los que te animan (en cierto modo) a continuar con ganas.
Para mi, cuidarme la piel es todo un esfuerzo, para que mentiros. Me cuesta mucho tener un habito en ese sentido, soy bastante despistado. En verano si que tiendo a cuidármela e hidratarla constantemente, pero ahora en invierno con el frío, soy anti cremas.
Lo que si que no puedo pasar sin cuidarme es mi barba. Es una parte de mí que me caracteriza, es lo que me da un toque diferente y es algo que me encanta. Mi barba forma parte de mi estilo y estética, por eso intento cuidarla todo lo que puedo y más.
Los aceites para barba son necesarios para un buen cuidado. En este caso, he probado el de Proraso. Un olio cura barba que te aporta hidratación, suavidad, limpieza, flexibilidad para manejar el pelo y protección.
Su uso es muy sencillo. Debes de tener tu barba humedad, y con este cómodo bote con cuesta gotas puedes medir la cantidad que necesitas sin problemas. Yo, por ejemplo, suelo ponerme unas 5-10 gotas dependiendo del grosor de mi barba. La caliento frotando las manos y lo aplico de raíz a puntas.
Os prometo de que su olor a madera de cedro con ligeros toques a jara de mediterráneo os enganchará a este producto. Cuesta unos 10 euros y lo podéis encontrar por internet.
Fuente: este post proviene de Un Chico más en la Moda, donde puedes consultar el contenido original.
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