Como os comenté en el último post de Bali, tuvimos que cambiar de planes en el último momento y decidimos volar a Phuket. Sabíamos que íbamos a perder un día entero en los aeropuertos pero no podíamos seguir en Indonesia. Tuvimos que coger dos vuelos, primera parada: Kuala Lumpur.
Nuestro vuelo salía a las 13.00 así que pudimos dormir un poquito más de lo normal, aunque tampoco mucho, que en Indonesia con el tráfico nunca se sabe.
El día antes reservamos un taxi al aeropuerto. Comenzaba nuestra aventura a Tailandia.
Comimos en el avión y aterrizamos en Kuala Lumpur a las 16.00, ahora sólo teníamos que esperar 4 horas y media para coger el siguiente avión. Pasamos las horas entre controles de pasaportes y viendo pelis en el Ipad, así que no se nos hizo tan largo.
Llegamos a Phuket a las 21.00 de la noche y cogimos un taxi en el mismo aeropuerto que nos llevó directos al hotel The Palms, Kamala Beach, que no os recomiendo para nada, ya os contaré porqué. Estábamos cansadísimos así que cogimos la cama con muchas ganas, mañana sería otro día.
Día1
Después de desayunar salimos a explorar los alrededores del hotel, alquilamos una moto y contratamos las excursiones para los siguientes días.
En Tailandia el mar tampoco estaba tranquilo, así que tuvimos que cambiar los planes y buscar algo que visitar.
Comemos en Love Rain y nos vamos directos con la moto a recorrer dos puntos de la isla:
Templo Wat Chalong: la entrada es gratuita y el horario es de 07.00-17.00. Nos gustó mucho, tiene varios templos en el recinto y nos pareció muy bonito.
Justo cuando terminamos de ver todo cayó el diluvio universal, esperamos un poco a que parara y seguimos nuestro camino.
Gran Budda: la entrada es gratuita y está abierto de 06.00 a 19.00. Nos pareció un lugar mágico. Llegar allí y escuchar los cantos budistas fue impresionante, además nos pilló la tormenta en lo alto de la montaña y las nubes estaban muy bajas, no sé, creo que eso lo hizo más especial.
De camino al hotel nos volvió a llover, llegamos calados al hotel, nos dimos una ducha y salimos a cenar. Esta noche tocaba probar en Mamma Mia, un restaurante italiano. Dimos un paseo por la playa y volvimos al hotel.
Mañana teníamos que levantarnos pronto, nos esperaba una experiencia preciosa.
*Para este día opté por un vestido fresquito que compré en el mercado de Ubud, bolso del mismo sitio y bandana de Aliexpress.
Fuente: este post proviene de Con N de Noemi, donde puedes consultar el contenido original.
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