Haider Ackermann es de los pocos diseñadores que sigue sorprendiendo a día de hoy, y con ello no me refiero a una puesta en escena más o menos cuidada si no a imaginación, frescura, dinamismo, pero sobre todo, a conseguir que los diseños hablen por sí solos.
Es por ello que aunque hace ya días que terminó la Semana de la Moda de París veo necesario publicar un post dedicado a su última colección, otra gran maravilla del diseñador colombiano que siguiendo la línea marcada por sus dos colecciones anteriores vuelve a sustentarse en los drapeados, cortes estructurales y superposiciones que mediante un juego arquitectónico mágico se entremezclan con el futurismo más sofisticado que jamás ha pisado una pasarela.
Y tras otra demostración de creatividad más, Haider Ackermann solo puede ser definido como el talento hecho diseñador.
Haider Ackermann is one of those few designers who nowadays continues surprising and I am not referring to a more or less meticulous staging – Kanye… – but to imagination, freshness, dynamism, but above all, to reaching the designs speak for themselves.
That is the main reason because I publish this post although Paris Fashion Week came to an end some days ago, I see necessary to write something about his latest collection, another marvel more by the Colombian designer which following the style of his two previous collections it is supported in wraps, structural cuts and superimposition which through a magic architectonic play are intermingled with the most sophisticated futurism that has never paraded on a catwalk.
And after another creativity demonstration, Haider Ackermann can only be defined as the talent turned designer.