Los pins están en tendencia (de aquí, a blogger de moda) y hacerte los tuyos ya es lo más. Sólo necesitas unos cuantos ingredientes, el principal: plástico mágico y lápices de colores.
Tenía muchas ganas de probar este material y hace poco tuve la excusa perfecta para hacerlo. Las chicas de Handbox me dieron la oportunidad de participar en la elaboración del catálogo de Opitec (más adelante lo contaré con pelos y señales, porque moló mucho) y entre las muchísimas cosas nuevas que probé y aprendí, estuvo el plástico mágico.
En cuanto lo usé, tuve clarísimo que quería enseñároslo. Es fácil y resultón, la sal y pimienta de este blog.
Para los pins usé plástico mágico blanco. Antes de aplicarle calor, es del grosor de una cartulina. Por un lado brillante y por otra como papel. Por el lado de papel, es por el que podemos pintar ¡o estampar sellos!
Yo decidí garabatear mis cosas favoritas con lápices de colores. Luego se corta, como lo harías con una cartulina: con tijeras o cúter.
Aunque he dejado partes blancas ¡lo desaconsejo! Ya que una vez que encogen, tienden a quedar “sucias”.
Lo siguiente es aplicar calor (con horno o pistola de calor) ¡y se hace la magia! Encoge muchísimo, se vuelve más grueso y se endurece.
Antes de que se enfríe (sólo son unos segundos) presiónalo con algún objeto plano de cristal o cerámica, para que quede perfecto.
Las formas que mejor quedan, son las formas libres. Las líneas rectas o círculos, siempre tienden a deformarse un poco.
Finalmente, sólo nos queda pegarle el pin por detrás y esperar a que seque el pegamento.
Si los queréis regalar, o sois la mar de pañás, quedan genial en un papel de acuarela con algún detalle pintado
¡Y a disfrutar nuestro pins personalizados!
¿Conocías éste material? ¿Eres tan loca de los pins como yo?
¡Cuéntamelo todo! ¡Tengo alma cotilla!
La entrada ¡No podrás dejar de hacer pins! aparece primero en I am a Mess Blog.