Para lucirla lo mejor posible y no parecernos a nuestra sobrinita asiitiendo al ballet debemos saber combinarla, ya que es una prenda sumamente versátil y va casi con todo.
El largo ideal es a la altura de la rodilla, quizás un poco más abajo, o un poco más arriba, porque muy corta parecería un tutú y muy larga, dejaría de ser atractiva.
La ventaja es que dependiendo de con qué la combines puedes ir con ella prácticamente a todos lados, cualquier reunión, fiesta, celebraciones de día y las actividades de noche también las favorece.
Quedan perfectas con camisa de algodón, con chaquetas de jeans, blazer, con jersey o sweter, con encajes, polos o tops. Quedan muy bien con medias oscuras.
Es apta para todo tipo de figura, no hay que ser delgada para lucirla, ya que te puedes poner un sweter por fuera o una chaqueta y se verá estupenda.
También puedes usarla en todas las estaciones, sólo es cosa de combinarla con la ropa adecuada.
De igual forma, puedes variar el calzado y dependiendo del estilo que quieras proyectar, casual o formal, puedes usarla con unos zapatos planos o con unos tacones altísimos, con botas o zapatos deportivos; una cosa es segura, te verás absolutamente chic.
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