Los bodas son esos eventos que amas y odias al mismo nivel. Pueden convertirse en esperpénticos circos de lo rancio o en preciosas ceremonias que jamás olvidaremos. No hay nada in between. Tal y como dije en ese post, no podemos evitar que nuestros parientes más convencionales vayan con el modelo más hortera del mercado (que es, básicamente, el mayor atractivo de las bodas españolas), pero sí podemos evitar nuestro propio desastre.
Hay unos consejos básicos para evitar caer en el horterismo nupcial y con los que podemos conseguir llevar una imagen adecuada, preciosa y única.
1- Vístete acorde a tu edad: Sí, siempre doy este consejo, pero es que es tan básico como igualmente olvidado en la mayoría de los casos. No queda bien que una chica joven lleve tocados de plumas ni que una mujer de mediana edad lleve un modelito parecido a los vestidos de Miley Cyrus en los Grammy. Si eres joven, intenta escoger un vestido de cocktail por encima de la rodilla y olvídate de los complementos estridentes.
Un vestido que puede ser acorde para chicas de 20 a 35 años aprox es este de John Lewis. Es fino, de encaje, no muy caro, femenino y de un color alegre.
2- Sigue tu propio estilo: Muy, muy importante a título personal. No vayas con un vestido que no sea de tu estilo. Seas como seas y por mucho que tu madre te quiera poner el vestido más repollo porque le hace ilusión. Sé fiel a ti mismo porque eso te va a aportar más belleza que cualquier otra cosa. Si eres una chica atrevida que siempre lleva lo último, vete así. Lo auténtico es lo mejor.
Básicamente, si llevas algo que no te pega nada, vas a ir a disgusto y va a quedar fatal. Además, seguir tu propio estilo va a hacer que seas original y único.
3- Olvídate del satén, las plumas y las pamelas: Este trío es el rey de las bodas para las personas de más de 50 años. Olvídalo. Eso ya no se lleva y queda extremadamente vulgar y exagerado. Apuesta por lo simple con más elegancia. Puedes cambiar la pamela por un sombrero de paja.
4- Sé realista con tu calzado: Puede que esos zapatos de 15 cm sean lo más bonito que has visto jamás, pero no te sirve de nada lucirlos si no vas a saber andar con ellos (en serio, yo jamás). Elige un calzado lo más cómodo posible que te permita caminar y bailar, acuérdate que debe ser de tu número e intenta que tenga una buena plataforma. No por llevar tacones vas a ir mejor, así que quítate eso de la cabeza. Si sabes que tus zapatos te van a molestar, mete otro par de repuesto en el bolso. Afortunadamente, hoy hay muchos tipos de zapatos en el mercado, así que asegúrate de encontrar los adecuados.
Para aquellas, como yo, a las que os cuesta encontrar un calzado más cómodo para eventos especiales, os dejo unos ejemplos. Estos zapatitos de Stuart Weitzman son muy festivos y parecen bastante cómodos. Eso sí, no me parecen especialmente juveniles.
Este modelo de Withchic, aún siendo alto, tiene mucha plataforma y sujeción delantera, con lo que es buena opción para las que os gusten los zapatos altos y no queráis renunciar a la comodidad.
Por dar otro ejemplito, este modelo de Valentino tiene toda la calidad que necesitas, es juvenil y tiene un color muy versátil.
5- Lleva lo que vaya mejor con tu silueta: Un inconveniente de seguir las modas es que ellas no piensan en nosotros. No todos los cuerpos lucen igual con ciertas prendas. Entérate de qué tipo de silueta tienes y qué clase de estilismos te quedan mejor y ve a por ello. Estarás muchísimo más guapa.
Del mismo modo, ten en cuenta tu tono de piel, color de ojos y color de cabello a la hora de elegir el color que mejor te sienta.
6- Cuidado con los brillos: No me parece mal que una persona opte por un traje con brillos, al contrario, pero siempre hay que tener cuidado con ello. No podemos ir como en Nochevieja, no es ese tipo de fiesta. Por suerte o por desgracia, las bodas son un evento que requiere cierto protocolo, así que debemos intentar acercarnos lo más posible a esa imagen dentro de nuestras posibilidades y gustos. Brillos vale, pero con elegancia.
Por dar unos ejemplos. Este vestido de Neiman Marcus tiene unos detalles de brillos que se asemejan al estilo años 20. Este sutil y elegante.
Este otro, también de Neiman Marcus, es más apagado pero las flores con lentejuelas le dan un toque muy original y colorido.
6- No vayas de largo si no te queda bien: Esto del protocolo es una cosa curiosa. Muchas parejas deciden celebrar su boda de noche, lo que significa que es correcto llevar un vestido largo. Mi consejo es que, aún así, no lo hagáis si no os queda bien. Los vestidos de cocktail cortos le quedan bien a casi todo el mundo, pero no pasa lo mismo con los vestidos de noche. El protocolo permite a las chicas ir de corto normalmente a pesar de todo. Y no os preocupéis por ello, a mí no me quedan bien y lo tengo asumido
7- Evita los colores estridentes: No es que llevarlos sea malo, pero es arriesgado. Ocurre como con llevar crop tops, llevar vestido largo, llevar brillos, etc. La línea que separa lo elegante de lo hortera es muy fina y a veces no nos damos cuenta de qué puede resultar de mal gusto.
8- ¿Es una boda temática? Intenta ir normal con un toque temático. Dejando a un lado que sea una boda estrictamente temática, como una boda medieval en la que tendréis que, literalmente, disfrazaros, hay bodas que son más o menos temáticas.
Me explico, puede ser una boda navideña inspirada en El Cascanueces, o una boda en el campo en la que la decoración tendrá heno y ruedas de carro. Nadie os obliga a esto, pero quedará muy bien si vais acordes. Las fotos quedarán mejor y no desentonaréis. Yo optaría por un vestido básico y aportaría un toque temático.
Por poner un ejemplo. Vais a una boda de invierno donde la decoración está inspirada en la nieve. Todo tendrá tonos plateados, blancos y azules. Yo elegiría un clásico vestido blanco vaporoso (con tul no quedaría mal) que se adapte a mis gustos y mi figura, y añadiría una estola de piel o una capa con capucha.
9- No te dejes un dineral en el vestido: Y, si lo haces, intenta amortizarlo o venderlo después. Si puedes, cómpralo de segunda mano a alguien que ya no lo necesita o alquílalo. En apps como Chicfy hay a la venta muchos modelos de chicas que, como tú, solo lo querían para un día y lo tienen en perfectas condiciones.
10- No te pases con el maquillaje: No me suele gustar utilizar la típica frase "menos es más", ya que hay personas, como Iris Apfel, que han demostrado que, si sabes llevarlo, "más" está bien. Sin embargo, en lo que a maquillaje se refiere, siempre menos es más. Sobretodo, y esto es importante, si eres de las que no se maquilla en exceso a menudo. Si tus familiares y amigos están acostumbrados a verte sin maquillaje o con un maquillaje natural, ir muy maquillada solo para un evento hará que parezcas un payaso. Déjate asesorar por los maquilladores de los centros de estética y huye de aquellos que te quieran poner todos los productos a la vez porque te vas de boda.
11- No es una alfombra roja. Muchas creen que tener un evento significa poder ir como Beyoncé en la gala del MET, pero no es así. Cada evento tiene su código de vestimenta. Ser elegante equivale a saber vestir acorde a ese código. Una boda no es una una graduación, ni es una alfombra roja, ni es una cena de empresa. Aprender a diferenciarlo es vital.