1. Dividimos el pelo en secciones para teñirlo de blanco. Aplicamos laca y esparcimos talco en el mechón. Los polvos se irán pegando en nuestro cabello. La otra opción es utilizar un spray de este color.
2. Cubrimos nuestro rostro con una pintura de color blanco. ¡No te olvides del cuello, orejas y todo lo que se va a ver! Sellamos con polvo traslúcido.
3. Ponemos sombra grisácea en el párpado móvil y en las cejas. Un pigmento morado nos servirá para marcar la línea inferior de pestañas y la cuenca del ojo. Realizamos un delineado grueso en la línea superior y de manera opcional, aplicamos brillo en nuestro maquillaje de ojos. Usamos unas pestañas postizas que aporten el dramatismo que necesita nuestra mirada.
4. Contorneamos, con una mezcla de sombra morada y negra, enfatizando los pómulos y las aletas de la nariz. Finalizamos con un pigmento rosa para los labios e iluminador para el arco de cupido.
5. Para realizar la corona de nuestro cabello, necesitamos alambre, pinzas o alicates, arañas de plástico, silicona, pintura en spray. Ajustamos el tamaño del alambre a la medida de nuestra cabeza. Pegamos las arañas con silicona y rociamos con spray gris plata o blanco.
6. Damos volumen al pelo y colocamos unas flores secas. Colocamos la corona.
6. Utilizamos como outfif, un vestido o camisón de color blanco.
¡Una idea perfecta y sencilla!
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