Después de meditarlo, para el penúltimo bodorrio de la temporada en Madrid me decidí por una trenza espiga.
Nada más decidirlo empecé a buscar una pelu en la que peinarme. Necesitaba que entendieran el estilillo que buscaba, del cual os hablaba en un post anterior AQUÍ. Alguien que me hiciera algo sencillo, natural y que me favoreciera...
Y resulta que todo eso lo tenía más cerca de lo que creía.
Mi madre se ha pasado la vida ensayando y ensayando trenzas y peinados utilizándome como conejillo de indias. Esta era mi oportunidad de aplicar todos estos conocimientos.
Conocimientos y experiencia, que sumados a los tutoriales que encontramos en XL HAIR, dieron su fruto...
Un resultado con el que me sentí guapa y sobre todo yo misma.
Encima, mi mejor amiga me prestó este vestidazo que se había comprado en una tienda de Denia. Cuando me lo enseñó por foto vía whatsapp me encantó el color, el estampado tropical y el corte. ¡Qué ilusión llevarlo!
De nuevo me puse sandalias de Nine West, pulsera Forever 21, pendientes Accesorize y bolso préstamo de mi suegra.