En los últimos meses hay algo que he aprendido a apreciar de verdad, el saber decidir de quién me rodeo para pasar mi tiempo. Todas estamos igual y el "no me da la vida" está en el top ten de nuestras frases. Sin embargo, en muchas ocasiones no nos paramos a decidir con quién queremos estar para disfrutar de nuestros momentos y dejamos volar instantes simplemente por no saber decir un no a tiempo.
En el momento de vida en el que estoy tengo claro que quiero pasar tiempo con mi familia, todo el que pueda quiero disfrutarlo con ellos. Sin embargo, también soy consciente de que necesito momentos sólo para mi, para asimilar todo lo que estoy viviendo y aprender a sacarle el máximo jugo a cada día.
Me gusta rodearme de amigos, me encantan las sobremesas llenas de gente que da sentido a mi vida, me gustan las tardes de lluvia jugando a algún juego de mesa, me gusta pararme a sentir, y saber que estoy en el camino correcto.
Lo único que tenemos en este instante es el ahora, y es lo que tenemos que aprender a disfrutar. Disfrutar y sentir que el ahora no se nos escapa de las manos. Creo que saber disfrutar de cada instante tal y como llega es un trabajo muy difícil, difícil pero necesario para vivir en plenitud.
Ya sé que hoy todo esto no tiene nada que ver con la moda, pero este fin de semana he pensado mucho en esto. He intentado aplicar en cada instante el disfrutar del momento, y los resultados han sido tal y como esperaba. Siento que he vivido, que he disfrutado, que me siento bien, que me siento bella y que el estilo me acompaña. Siento que con las pequeñas cosas soy más feliz que nunca.