Me encanta mi trabajo. Sobre todo porque después hay días como el pasado lunes, en el que el presidente de este nuestro país, Mister Rajoy, vino a Béjar, un pueblo de Salamanca, a... Bueno. Ni idea. El caso es que justo pilló todo esto de Cataluña y tuvo que hacer declaraciones, así que seguramente le viérais en la tv ese día restransmitiendo desde Béjar. Whatever. El caso es que, debido a eso, el mundo se paró y no tuve ninguna rueda de prensa a la que asistir. Tenía cosillas que hacer, preparar reportajes, enviar una entrevista, sí, pero también tenía tiempo para MÍ.
No sabéis lo valorado que es para mí un día off, es decir un día "libre" (sí, entre comillas porque no lo tenía libre exactamente). Puedo adelantar trabajo atrasado, dedicarme a esas cosas que solo se pueden hacer por las mañanas y, sobre todo, disfrutar de un paseo por la ciudad con mi aperitivo de media mañana.
En Salamanca no tenemos Starbucks (sniff), pero tenemos algo muchísimo mejor: Salamanca Coffee. Es, básicamente, un Starbucks pero con otros nombres en sus productos, todo más rico y con mucha menos gente. Me suelo pedir un café latte al que le añado azúcar moreno, cacao y canela en polvo (Mmmmm....), y lo acompaño con algo de comer. Ese día me decanté por un croissant de jamón y queso calentito que estaba estupendo.
Hay muchos que no entienden por qué a mucha gente nos gusta coger cosas para llevar. Dicen que, seguramente, lo hagamos por postureo. Lo cierto es que no encuentro qué hay que presumir con un café. Pero a mí me encanta cogerlo y caminar por el centro. ¡Me encanta pasear! Yo estaría paseando todo el día. Pasear mientras descubro rincones nuevos de la ciudad y hablo con mis amigos... Y, si hay algo mejor que pasear, es pasear con un café. La solución perfecta a ¿paseamos o tomamos un café? ¡Las dos!
Sueño con ese vestido...
Me suele gustar irme a sentar a unas escaleras. En Salamanca tenemos dos opciones interesantes, las escaleras de la Clerecía, es decir, la Universidad Pontificia, mi universidad, o las escaleras de la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca. Salamanca es una ciudad universitaria, ya lo habréis oído, y lo es para todo, en serio. Bueno, y me encanta sentarme en las escaleras, como he dicho, tomarme mi aperitivo, charlar y observar a la gente que pasa. Es curioso cómo es la gente...
¿Habéis visto esta foto en mi IG?
Ese día todavía hacía muy bueno, así que llevé ese "chubasquero" marrón que hace tiempo le robé a mi madre, y debajo llevaba una camiseta a rayas de manga francesa. No se necesitaba más, la verdad. Además, el café me calentaba las manos. Hacía tiempo que quería combinar esa camiseta con la falda de botoncitos, que, por cierto, pensaréis que es actual por toda esta moda de los botoncitos, pero la dura realidad es que es de hace por lo menos tres años, cuando la conseguí por un precio estupendo en las rebajas de Springfield. Yep. Las modas vuelven.
Quiero decir que... esto es mi vida. Sé que parece que salgo como fingiendo hacer algo, en este caso tomar café, pero la realidad es que soy así. Todo lo que sale en mi blog es real. Solo que, a veces, me gusta sacarlo en fotos. De hecho, aconsejo a todos los que no lo hayan hecho que prueben a salir simplemente a caminar con un café entre sus manos, aunque ya lo hayan hecho miles de veces antes y se sepan los ladrillos de las calles de memoria. Cada día es diferente y, si te gusta, siempre lo disfrutas.
Fotos hechas por Montse Ortega
Datos del outfit:
Chubasquero / Rain jackett: Zara
Camiseta / T-shirt: Zara
Falda / Skirt: Springfield
Bolso / Bag: Primark
Cinturón / Belt: De otro vestido / From other dress
Collar / Necklace: Stradivarius
Medias / Tights: Calzedonia
Manoletinas / Ballerinas: New yorker