Cuando está a punto de inaugurarse la temporada de bodas, bautizos y comuniones, el mono de fiesta (que no de feria) salta a la palestra como abanderado de la modernidad, la elegancia, la sensualidad y el glamour. Lejos ha quedado la pompa de los vestidos de seda salvaje en tonos tornasolados y aquel chal transparente de un palmo de ancho colgando a la altura de los codos, peinados ultra estirados y trabajados, pringadísimos de laca, y labios marrones a lo familia Adams. La sencillez se ha convertido en la base del look de fiesta por excelencia: tejidos fluidos, colores lisos o estampados vintage, peinados ligeramente despeinados (paradójicamente, sí es posible) y labios nude que no roban ni una pizca de protagonismo a unos ojos bien marcados (aunque también se acepta lo contrario). Todavía tengo en la retina la foto de mi bautizo, donde mi madre centraba toda la tención, con su mono granate con detalles orientales, de pantalones harén y hombros cocoon. Ahora creerá la mujer que es toda una pionera.
Lo que sí es cierto es que, si no tienes un armario lo suficientemente grande para guardar la ropa de tres generaciones, tienes un problema. Ha llegado el momento de cambiar de piso, hacerse con la habitación de planchar o robarle metros a tu vecino de al lado, porque no puedes deshacerte de nada. Al menos, eso dicen las revistas de moda. Y la verdad es que a mí me provoca cierta ansiedad. Creo que estoy empezando a padecer el síndrome de “diógenes”. No me atrevo a desprenderme de nada, y lo que en un principio era precaución, ahora se ha convertido en una obsesión. ¿Y si en dos años, tres, cuatro o diez lo quiero volver a utilizar? ¡Oh, Dios mío!
De momento, atentas a las tendencias más punteras en monos de fiesta, porque los querrás tener todos. Por si se casa aquel primo lejano que va ya para solterón, por si te invitan a la apertura de la terraza de moda, por si se confunden y te citan para la première de alguna peli… Oye, nunca se sabe.
De blanco impoluto se vistió Ariadne Artiles. Claro que con su cuerpo, no teme a ninguna posible marca extraña que arruine el look. Un mono níveo con una especie de mini capa y cremallera delantera, y unos salones nude son suficientes para que la top canaria acapare todos los flashes. No todas tendríamos el éxito asegurado con este sencillo atuendo… ¿O sí?
Parecido es el que ha lucido esta semana la reina Letizia. ¿Será que el corte de pelo esconde algo más? ¿Ofrecer un estilo renovado y más actual? Seguro que todo pasa por conseguir un objetivo concreto y está perfectamente estudiado. De cualquier modo, si con el pelo recogido le quedaba bien (este mono de Mango ya lo había lucido anteriormente), una imagen mucho más actual ofrece su nuevo “bob”.
Y si el azul marino es una excelente elección para las más discretas, el negro es apuesta segura. Perfecto para un cóctel, inauguración, fiesta nocturna, cena formal… Si Blanca Suárez arriesga con “culottes” y transparencias, María León lo hace con los complementos, y se planta este tocado sin ningún reparo.
Pero confieso que a mí es el rojo el que me tiene fascinada. Si la sevillana acierta con el mono negro, el estilismo siguiente sobrepasa los límites de la sofisticación. Mangas sutilmente abullonadas, escote cruzado, largo al tobillo y la clase que rebosa por todos sus costados. A la comunicadora de moda le gusta mezclar clasicismo y modernidad, y lo demuestra con cada uno de sus outfits. En esta ocasión, el primero viene de la mano de sus “manolos”, mientras que la bisutería aporta el toque actual. Acertar con el peinado no es fácil siempre, aunque ella siempre lo consigue. Cualquier ocasión que requiera formalidad es apta para lucir este pedazo de look.
También Paula Echevarría es elegante y vanguardista a partes iguales. Y este mono da fe de su dominio de las tendencias. Mejor dicho, de su cualidad de visionaria, ya que esta foto tiene un par de temporadas. Además, dispone también de un don especial a la hora de elegir joyas. Claro que, con sus contactos, tampoco debe de ser muy difícil.
Y como cada cual puede entender la “fiesta” a su manera, no podía dejar fuera dos modelos distintos de la vertiente denim. Ajustado, para las más osadas, y anchito para las que tengan algo que esconder.
El outfit de Chiara Ferragni no tiene parangón. Esta chica se desmarca de todo y de todos en cuanto pone un pie en la calle. ¿Alguien sería capaz de enfundarse este mono de estampado peculiar, con una camisa y zapatos a juego, y print diametralmente opuesto? No, ¿verdad? Pues el clutch supera lo insuperable.
Y como la playa también es un buen lugar para celebraciones, incluiremos a Miroslava Duma en este baile de monos (y de nuevo aclaro que no hablamos de simpáticos simios). ¡Qué monada de diseño! Me pido su bolso y su collar. Anda, Miroslava, cuando te canses, aquí los estaré esperando. Y si tienes algo más, no te cortes; acabo de cerrar la negociación con mi marido. Me quedo con su despacho, uno de los baños y la sala de estar. ¿Será suficiente para mi fondo de armario?
Imágenes: coosy.es, glamour.es, marialeonstyle.com, vogue.es, trendencias.com, hola.com, fashionising.com
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