La cebolla cruda, hervida o asada es excelente para los problemas de la piel, cabello y uñas; disminuye las arrugas, cura el acné, los furúnculos y absesos. Aplicada externamente, estimula el crecimiento del cabello, suaviza y embellece la piel. Para obtener un resultado más intenso, se recomienda combinar la aplicación externa, con el uso interno.
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