Curioseando encontré por casualidad este mono blanco y negro de Asos y no me pensé demasiado el añadirlo a mi cesta.
Creo que algunas de las mejores comprar se hacen así, respondiendo a auténticos flechazo en los que la planificación no entra.
Lo que más me gustó de él es que el blanco y negro resulta sutil y elegante, pero a la vez el corte es favorecedor y algo original por el escote en pico de la espalda y los volantes.
Pensaba que iba a tener que esperar paciente algún tiempo más a salir del armario, pero resulta que pude sacarlo a pasear antes de lo esperado cuando de improviso nos invitaron a una boda en Cartagena.
En esta ocasión me apetecía optar por un look más sobrio, que el blanco y negro primara en todo excepto por el detalle de las uñas y labios. Pero ya estoy pensando en que en la próxima ocasión lo combinaré con accesorios de color, quizás más importantes.
El cinturón con piedras es de Zara y me lo regaló mi suegra hace tiempo. Las sandalias son de Pilar Burgos, el clutch de Bruna y los pendientes de Primark.
El recogido bajo me lo hicieron en Exedra Estilistas. Les pedí que se inspiraran en el post de recogidos de novias e invitadas de hace unas semanas.
Por cierto, la fachada del edificio que tengo detrás es La Casa Maestre, una de las joyitas de arquitectura modernista de Cartagena de Victor Beltrí.
Confieso que esta ha sido una de las bodas en las que mejor he comido...
Os dejo con la fila de aperitivos de sushi preparados antes de salir al cocktail y los rinconcitos llenos de chuches de el Jardín Botánico.