Otro año que se va, otros 365 días que han quedado atrás llenos de alegría, tristeza, emociones, risas, llantos, caídas, momentos en los que daba todo por perdido y momentos en los que creía que me comía el mundo. Quedan 24 horas para acabar este 2015 y solo puedo pensar en cómo empecé el año y cómo lo acabo y aunque suene a tópico en estos días, es la verdad. Se podría decir -y lo digo- que este ha sido MI año. Mi año en todos los aspectos de mi vida y jamás me hubiese imaginado que acabaría el año de la forma en la que lo estoy acabando.
Todo el mundo pasa años malos en sus vidas y los míos fueron hace un par de años. Años en los que me creía que yo era menos que alguien, que no valía para nada, que me podían pisar por que sí y yo no podía hacer nada para cambiar eso. Pero como bien dice mi madre "a todo cerdo le llega su san martín" y que razón. Ahora me acuerdo de esos años y me río. Me río de lo que era y lo que me he convertido, me río de las horas que desperdicie con ciertas personas y me río de todos aquellos que no confiaban en mí y ahora ven donde estoy. Pero por suerte a día de hoy la sonrisa no se me quita de la cara nunca, las ganas de hacer reír a los demás, de hacer el tonto porque sí y porque me apetece, las ganas de volver a comerme el mundo, las ganas de vivir.
Hoy 30 de diciembre de 2015, puedo decir que desde hace unos años -y sobre todo este- soy feliz. Me he superado en muchos aspectos de mi vida, he conseguido cosas que no creía que iba a conseguir por mí misma, he reído, he llorado, he luchado...y no puedo estar más orgullosa. Por todo lo pasado, soy una persona que no suelo confiar mucho en mí misma, en todo lo que puedo conseguir y por todo lo que puedo luchar, pero en estos años he descubierto lo grande y lo fuerte que puedo llegar a ser. Todavía me acuerdo hace un año, cuando estaba con mi familia brindando por el comienzo del 2015 y oí "Un chin-chin por Miren, que este año entra en la universidad a estudiar lo que realmente quiere" y yo temblando porque creía que no lo iba a conseguir. Y mírame ahora estudiando lo que tanto deseaba. Cuando por fin deje atrás los miedos y decidí abrirme el blog, pensando sólo en mí y dejando atrás todo lo que podían decir. Y sin duda, unas de las mejores decisiones de este año. Cuando recibí un mail en el que me decían que iba a salir en la revista Divinity y al momento tenía a mis abuelos como locos preguntando cuando salía para comprarla. Cuando pude colaborar en un desfile y conocer a gente maravillosa...Un año en el que he conseguido mucho más de lo que esperaba.
Pero sin duda, no todo se basa en eso. Porque detrás de todos esos momentos SIEMPRE he tenido a alguien a mi lado y es lo que lo hace aun más grande.
A ti Ikerne, que no te puedo decir nada más que no te haya dicho ya. Por apoyarme todo el año y confiar más en mí que yo misma, Por aquella llamada después de selectividad en la que no podía ni sacar mi nota y jamás olvidaré el "Miren...que has entrado" y la posterior llorera juntas jajaja. Que eres la más importante en mi vida y lo vas a seguir siendo durante muchos años más.
A ti Andrea, por ser mi compañera en la vida. Que si no me hubiera pasado todo lo que me pasó, nunca te hubiese conocido, y sólo por eso mereció la pena. Que no me puedo imaginar ya un día sin nuestras tonterías, sin nuestras risas, nuestros bailes, nuestras cenas juntas antes de salir...que eres única.
A ti Adriana, mi otro yo. Que tú me ayudaste a dar el último empujón para abrirme el blog, que has confiado siempre en mí, en todo y todo momento. Que nos queda mucho por vivir y sobre todo mucho que vivir juntas.
A mis chicas, por este año tan grande que me habeis dado -como todos-. Por ayudarme cuando lo necesitaba, por tener siempre un hombro en el que llorar o reír. Por todas las fiestas juntas, las anécdotas, los bailes, las canciones...que os doy gracias a todas y cada una de vosotras por todos estos años juntas y brindo porque sigamos sumando uno tras otro. A vosotras, Maitane, Uxue, Andrea, Eva, Leire, Amaia y Ane.
A mi familia, que como cada domingo están pendientes del nuevo post para comentarlo. Pero en especial, a dos personas, porque sin ellos dos el blog no podría seguir. Mis dos fotógrafos, a los que les vuelvo locos con la luz, las poses, los cambios de ropa en el coche, los madrugones los domingos y las repeticiones de posts. A mi hermana y mi cuñado, que sin vosotros Como anillo al dedo no existiría.
A todas esas personas que durante el año han estado a mi lado, haciendome reir y haciendome feliz. A las personas que se han ido en este 2015 pero que gracias a ellas he aprendido algo, aunque algunas hayan dolido más que otras. Pero sin duda, tengo que nombrar a las que han entrado, que por suerte ha sido lo mejor del año. Gracias por aquellas personas que han aparecido en mi vida en este año para ponérmela patas arriba, a las que me han hecho reír a carcajadas, con las que he vivido cosas que hasta ahora no había vivido. A todas esas personas, o persona, que han hecho esto posible...Te doy gracias por haber aparecido en mi vida cuando menos me lo esperaba y no puedo decir otra cosa que no sea: ojalá seas tú.
GRACIAS a todos por haber hecho de este 2015 un año tan importante para mí. Espero seguir sumando años junto a todos vosotros y en especial, junto a todas las personas que cada domingo me leen y hacen que siga haciendo lo que realmente me gusta. Que este año he aprendido a confiar en mí misma y a valorar a la gente que tengo a mi lado y es lo más grande que me llevo.
Espero que el 2016 sea igual o incluso mejor que este año para mí y para todos vosotros...
Sed felices,
Miren