Este método no utiliza ni prótesis ni rellenos artificiales o de grasa, sino pequeños fragmentos de un músculo del cuello, el esternocleidomastoideo, y del tejido conjuntivo que lo recubre.
Tras un seguimiento de entre uno y dos años de 25 pacientes, los investigadores han comprobado que la técnica sólo provocó problemas en uno de los casos. Al paciente le apareció un bulto en el labio, pero se corrigió que fácilmente.
Durante el periodo de seguimiento, ninguno de los pacientes ha experimentado molestias en el cuello ni ven reducida su movilidad.
Aparte del caso anterior, el resto no ha sufrido ninguna irregularidad en sus labios, que han aumentado su volumen entre un 20% y un 24% en la parte rosada y ahora tienen entre 0,90 y 0,99 milímetros más de contorno.
El post operatorio es suave, un mes de hinchazón, y las probabilidades de rechazo son mínimas al tratarse de una parte de nuestro cuerpo.
Aún faltan más estudios para asegurar la que este sea el mejor método para aumentar los labios pero, de momento, parece una buena opción.
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