El dia de hoy estaremos hablando de los beneficios de la crema hidratante, hoy te traigo un potingue casero con el que conseguirás un 2x1, ya que con el mismo producto podrás hidratar tu piel y tu cabello -sobre todo si es afro-. A ver qué te parece.
Se trata de una crema hidratante casera hecha con manteca de karité, aceites y miel que te va a ir genial. Si estás entrando en una estación fría, te recomiendo mucho esta crema para proteger la piel de la sequedad del clima frío.
Para esta mascarilla vas a necesitar los siguientes ingredientes:
1/2 taza de manteca de karité.
1/2 taza de aciete de coco.
1/4 taza de aceite de oliva.
1 cucharada sopera de aceite de jojoba.
1 cucharada sopera de aceite de vitamina E.
Un poco de miel.
En el siguiente vídeo podrás ver cómo preparé esta crema:
Preparación:
Pon la manteca de karité en un cazo y caliéntala hasta que quede líquida. Cuando haya licuado, viértela en un recipiente.
Añade la media taza de aceite de coco. Si el aceite de coco se encuentra a una temperatura muy baja, estará sólido, pero al mezclarlo con la manteca de karité, que estará caliente, se fundirá. Remueve hasta que queden bien mezclados.
A continuación pon en el bol el resto de ingredientes: la cuchara sopera de aceite de jojoba, la cucharada de Vitamina E y la miel.
Remueve los ingredientes hasta que queden bien mezclados -si tienes un batidor pequeño, de los de batir leche, con pilas- puedes usarlo para conseguir una mezcla más homogénea.
Cuando veas que los ingredientes están bien mezclados, mete la mezcla en el frigorífico y déjala un par o tres de horas para que repose y se solidifique. Después de esas horas, saca la mezcla del frigorífico. Verás que tiene la consistencia de una cera. Para lograr una consistencia cremosa, desmolda la pasta y bátela de nuevo, esta vez con una batidora.
Cuando ya hayas conseguido la textura cremosa, guarda la crema en un recipiente adecuado, a poder ser oscuro, y que cierre bien, y ya tendrás la crema lista para usarla.
La manteca de karité es un humectante sobresaliente para la piel, con propiedades reparadoras, debido a su gran contenido en ácidos grasos que le otorgan a la piel elasticidad, además de hidratación. Usar manteca de karité ayuda a la piel en casos de manchas, eccema, dermatitis, psoriasis y hasta picaduras de insectos.
En el cabello, la manteca de karité ayuda a combatir la caspa, ya que hidrata el cuero cabelludo y evita su descamación. También la puedes utilizar en caso de que tengas algún otro tipo de irritación en el cuero cabelludo fruto de, por ejemplo, los procesos químicos. Además, le dará brillo a tu pelo.
Si usas manteca de karité sin refinar, tal vez su olor te parezca muy fuerte. Aún así, al aplicarse en la piel, el olor desaparece en muy poco rato sin dejar rastro de olor, y sí una piel realmente suave (te lo digo por experiencia). En cualquier caso, como en esta crema que te propongo está mezclada con otros aceites, no notarás olor.
El aceite de coco es un nutrientes excelente para el cabello, ya que contribuye a su crecimiento y le aporta brillo, además de reducir la pérdida de proteínas de tu cabello, lo que conduciría a una situación de fragilidad importante. Es un aceite muy adecuado para restaurar el cabello dañado y propiciar su crecimiento.
En la piel, el aceite de coco previene la sequedad y la descamación de la piel, y contribuye al retraso de la aparición de arrugas; también se usa para mejorar las mismas dolencias de las que hemos hablado en el caso de la manteca de karité: dermatitis, psoriasis, eccemas...
El aceite de oliva, usado por civilizaciones antiguas como los fenicios, los egipcios, los griegos y los romanos, contiene muchos antioxidantes que neutralizan los radicales libres que producen el envejecimiento de la piel, gracias a su alto contenido en vitaminas A y E.
En el cabello, el aceite de oliva disminuye la caspa. Aplicado en las puntas, otorga peso y humedad y previene la rotura de las puntas. También sirve para proteger la keratina del cabello y para sellar la humedad dentro del mismo. Asimismo, el aceite de oliva puede eliminar la acumulación de sebo que impide la formación de nuevos folículos pilosos y dificulta el crecimiento del cabello.
El aceite de jojoba tiene una estructura similar a la del sebo del cabello. Tiene propiedades antibacterianas y sirve para calmar el cuero cabelludo. Por su composición, además, penetra en los folículos y fortalece las fibras capilares desde el interior.
En la piel, el aceite de jojoba tiene unas propiedades similares a los aceites anteriores; le otorga humectación, de manera que contribuye a conservar la elasticidad de la misma.
La miel también es muy buena para el cabello y la piel. Es un emoliente natural y un suavizan y acondicionador natural excelente para el cabello. Además, la miel tiene propiedades antibacterianas y antisépticas. Para la piel, la miel opera como agente antiedad y como un hidratante natural, gracias a su riqueza en antioxidantes.
Espero que te haya servido la receta y si te animas a probarla, cuéntame. Puedes leer la reseña con mi opinión sobre esta crema, después de haberla usado un tiempo desde este enlace.
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