Vale, es un catarro. Pero conste que es un catarro ¡maligno! Llevo arrastrándolo unos cuantos días y hoy ha explotado, las bacterias se han adueñado de mí. ¡Salvese quién pueda!
Estos últimos días a pesar de no encontrarme muy bien, he ido a trabajar (mal, muy mal, lo sé). Mi cara por las mañanas ha necesitado de mucha chapa y pintura. MUCHA.
Cómo me sentía pochita y con ganas de mimos decidí estrenar un colorete que me regalo mi madre para mi cumple. El colorete Desert Rose de Bobbi Brown.
El colorete es de un color rosa malva muy natural y mate que a simple vista puede que no llame mucho la atención.
(Luz artificial)
(Luz natural) (Si, aquí ya había metido el dedazo)
Como os decía, es un colorete que puede que no llame mucho la atención, pero fue probarmelo y...
¿Qué brujería es esta?
Era cara de salud plena inmediata y lo mejor de todo, el colorete se había fundido con mi piel.
Ha sido mi salvación estos días, en serio (Vale, he seguido igual de enferma y hoy estoy que no puedo ni con mi body, pero ya me entendéis).
La próxima vez que lo veáis dadle una oportunidad, pedid que os lo prueben para poder ver el milagro.
(Los resultados pueden variar según el color de la piel y el gusto de cada una. En caso de duda consulte con su almohada)
Hasta aquí la entrada de hoy. Me vuelvo reptando a mi cripta de Kleenex. Espero que os haya gustado.
Por cierto, estamos de sorteo!!! No olvidéis pasaros, apuntaros y compartir con toooodo el mundo :)
Hasta la próxima!!
Fuente: este post proviene de Lilith´s eyes, donde puedes consultar el contenido original.
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