Sé que debería haber hecho esta entrada antes si es que a alguien pudiera serle de utilidad (cosa que dudo), pero al final se acaba quedando en un post casi personal que sirve para conocerme mejor o daros ideas para vosotros mismos, así que tampoco me doy mucha prisa en publicarlo. Lo he hecho casi todos los años desde que tengo el blog, por lo que es prácticamente una clase de tradición para mí.
A diferencia de otros años, en los que tenía que eliminar cosas de mi lista de deseos porque era too much, este año siento que me falta inspiración. Os aseguro que tengo la mente en blanco y me ha costado un mundo redactar esta lista. ¿A alguien más le pasa? Yo lo asocio a la negación de hacerme mayor.
En cualquier caso, hoy os enseño otro pedacito de mí en forma de wishlist. Estos son algunos artículos que desearía que me regalar por mi cumpleaños.
1- Literatura
Os juro que esto no estaba planificado. Llevo deseando el último libro de la saga de La sombra del viento, El laberinto de los espíritus, desde que me leí los otros tres. Y justo la semana que lo pongo en una lista de deseos fallece Carlos Ruiz Zafón, el autor.
No me he leído nada más que esta saga de él, pero me parece suficiente para afirmar que es uno de los mejores novelistas que ha pasado por mis manos. Y sé que no estoy sola porque el día que se anunció su fallecimiento sus citas célebres y retratos colmaron Internet. Mirad lo que bueno que hay que ser para que todo un país se ponga de acuerdo en algo.
Además de este libro hay otro que se ha publicado recientemente y que me muero de ganas de leer. Es la precuela de la saga Los juegos del hambre. Las películas me gustan muchísimo, pero la saga de libros es espectacular. ¿Sabéis cuánto tardé en leerme Sinsajo? 3 días. Es mi récord. Sé que en este nuevo tomo, Balada de pájaros cantores y serpientes, no saldrán Katniss o Peeta, pero aún así lo espero con ansias.
2- Nintendo Switch + Animal Crossing
Soy usuaria de Nintendo desde hace años, cuando me regalaron mi primera consola portátil, la Nintendo DS Lite en color rosa. Recuerdo que mi padre me la regaló unas navidades junto con el videojuego de Eragon. Era malísimo, tengo que admitir, pero me hizo una ilusión tremenda. Esas mismas navidades, pero en Reyes, mi madre me regaló el juego del momento que yo más ansiaba: Nintendogs (¡el del dálmata!) y me hicieron la niña más feliz de la tierra. Aún lo tengo.
Conforme fui creciendo fui haciéndome adicta a algunas sagas de Nintendo. Entre ellas destaco los (horrorosos) juegos de Imagina ser, todo los del Profesor Layton y, por supuesto, Animal Crossing.
¿Problema? El lanzamiento de la consola Nintendo Switch, que es de sobremesa y portátil al mismo tiempo. Yo ni me fijé en ella, no me llamaba la atención para nada. Yo estaba feliz con mi Nintendo 3DS, que es más bonica y más pequeña. ¿Y qué pasó? Que se olvidaron de ella y lanzaron el nuevo AC exclusivamente para la Switch. ¡¿Y ahora qué hago yo?!
Pues si quiero seguir consumiendo productos de Nintendo no me queda de otra que vaciarme la cartera y comprarme esta consola con, obviamente, el nuevo AC. Y sí, hablo en primera persona, porque esto ya sé que no me lo va a regalar nadie.
3- Cosmética de alta gama
He decidido poner este punto abierto porque hay muchísimos productos de alta gama que me gustaría probar, pero específicamente suspiro por la base de maquillaje Skin Illusion de Clarins. Desde que la probé no he podido dejar de pensar en ella. Sé que en el fondo no es tan cara, pero a mi mente le da muchísimo reparo dejarse ese dinero en una base de maquillaje cuando hay otras muy buenas por la mitad. ¿Me la regalarán algún día? Probablemente no porque regalar una base de maquillaje es muy mala idea.
En realidad apenas tengo cosmética de alta gama. Sé que tengo algunas cosas de Benefit y varias mini tallas, pero muy poco por la razón que os acabo de explicar. Es por ello que casi con cualquier cosa me van a ganar. Hay poco margen de repetición, francamente. Se me ocurren productos como el Hollywood Flawless Filter de Charlotte Tilbury, el spray All Nighter de Urban Decay, los polvos matificantes de Laura Mercier, algún labial básico de Mac...
4- Prendas atemporales
En el estilo preppy somos de prendas atemporales de gran calidad. Si bien me da mucho reparo gastar en cosmética debido a que actualmente las opciones de baja y media gama son muy buenas, la moda es otra cosa porque sí se nota la diferencia. Una gabardina de Zara te puede durar un par de años, pero una gabardina de Burberry es una inversión de por vida. Y son prendas que jamás dejas de ponerte porque no pasan de moda. Eso en mi casa lo sabemos y por eso tiendo a invertir en alguna buena prenda de vez en cuando. En este post os doy ideas.
Esto es como el punto anterior, es bastante amplio y con poco margen de error. Ahora mismo estoy pensando en dos prendas: un jersey trenzado básico de Ralph Lauren (en azul marino, a poder ser, que es mi color) y una camisa de cuadro vichy (también en azul marino porque obviamente). Esto es fondo de armario.
5- Unas alpargatas nuevas
Hace dos veranos me compré unas preciosas alpargatas blancas de Toni Pons. Me encanta esta marca porque es española, lo que en materia de calzado es sinónimo de calidad, y además tiene un precio bastante asequible. El problema es que me las pongo constantemente y las tengo machacadas. Si bien no me cogería otras blancas porque a estas aún les queda trote, sí me gustaría hacerme con otras de otro color para cambiar de calzado de vez en cuando.
6- Un bolso con mis iniciales
Solo tengo un bolso con mis iniciales y fue porque me las bordé yo. Bueno, no literalmente yo porque es una tela complicada, sino que pedí el bolso básico en L.L. Bean y lo llevé a bordar. ¿Que por qué? Pues porque L.L. Bean no borda para envíos internacionales. Ya, yo tampoco lo entiendo, pero es lo que hay.
La cuestión es que tengo muchas ganas de tener un bolso con mis iniciales bien hecho, que no sea una chapuza que he tenido que montarme yo. Hay diversas marcas que los tienen, desde españolas poco conocidas (como la gallega AdeR Bags) a la clásica Louis Vuitton.
7- Calita Shoes
Siempre miro con envidia a las blogueras americanas que pueden comprarse zapatos personalizados sin dejarse el sueldo en gastos de envío, pero recientemente he descubierto esta marca española que tiene diseños de zapatos planos bordados PRECIOSOS. Los que más me gustan son los de la langosta, pero es que sería feliz con cualquiera de sus diseños. Este es el regalo que le voy a pedir personalmente a mi madre. No me importa pagar el dinero que cuestan sabiendo que son de buena calidad y que va destinado a pagar sueldos de personas de aquí.
8- Un Lilly clásico
Si bien ya tengo un par de Lillys, ninguno es de los clásicos de la marca. De los que podía comprar, este era el que más me gustaba; y el otro aún no os lo he enseñado porque lo tengo que arreglar del todo (es de Vinted y me equivoqué con la talla). Todo ello porque no enviaban a España y en Amazon solo hay algunas opciones. Tener un Lilly es tener un tesoro, por eso quiero tener uno de sus vestidos clásicos que nunca pasan de moda (cuando hablo de los clásicos, hablo, por ejemplo, de modelos como este).
9- Vestido de limones
Esto es una bobada, quizá, pero ando detrás de este vestido con estampado de limones desde que me enamoré de él durante el confinamiento. Estaba esperando a las rebajas, pero visto lo visto puede que lo pida directamente por mi cumpleaños.
10- Una última prenda de GMG Collection
Hace poco nos dieron la noticia de que ha llegado el final para GMG Collection, la marca de Julia Beroltzheimer, la bloguera detrás de Gal Meets Glam. Debido a cuestiones empresariales y personales, en agostó cerrarán su tienda online indefinidamente. Ya tengo un vestido de GMG, pues me hacía muchísima ilusión comprar uno de los primeros, pero sabiendo que puede acabarse para siempre no me importaría que me regalaran una última cosa de la marca. Mención especial para sus abrigos y, en concreto, este modelo.
PD: Oye, que si me regalan un Satisfyer yo también tan contenta, pero eso no os lo puedo poner en un post.