Ya estoy de vuelta de mi viaje de novios. Madrugar, trabajar y volver a Madrid… no me apetecía nada. Pero hay que mirar las cosas por el lado positivo y valorar que también tenía ganas de disfrutar de nuestro pisito, ver a los amigos que hemos hecho aquí y descansar este fin de semana, que ya nos hacía falta.
Como hemos estado en Málaga y en el viaje también hemos pasado por sitios con climas más húmedos que Madrid, al volver lo hemos notado en los labios. A mi marido (que raro me suena…jeje) se le cortan mucho los labios. Por eso llevaba tiempo queriendo probar alguna receta que había visto de bálsamos labiales, y esta semana por fin me he decidido. A él le ha encantado el resultado, porque además de hidratar un montón y ser todo natural sabe a ¡¡CHOCOLATE!!
Los materiales que he utilizado son: un cazo, un bol de cristal, cucharas medidoras, un cuchillo, una espátula y unos botecitos. Uno de los botes es reutilizado de un bálsamo labial que compré en Lush y que también me encantaba porque era totalmente natural. Los otros los he comprado en un bazar dentro de unos packs de aseo para el bolso de mano de los aviones.
Los ingredientes que he utilizado para esta receta son:
1 medida de cera de abejas. La encontré en forma de vela en una herboristería de mi barrio. Sé que la venden en láminas (que sería lo mismo que mi vela pero sin enrollar) y en bloques.
2 medidas de manteca de cacao. Yo la tenía en casa porque la he utilizado alguna vez para repostería, pero en tiendas especializadas en chocolates o en repostería la venden y no es difícil de encontrar. Ademas la podréis comprar en formatos mas pequeños que el que yo os muestro.
2 medidas de aceite de coco. Lo compré en una tienda de alimentos ecológicos y también lo venden en herboristerías tradicionales.
3 puntas de cuchillo de cacao en polvo puro. Se puede encontrar en los supermercados. Podéis añadir al gusto la cantidad que queráis, hasta que tenga el color y el aroma que os guste. Yo no me atreví a ponerle mas porque no sabía si el color iba a ser demasiado oscuro y no quedaría bien en las fotos, pero al enfriarse se aclara y con mas sabor a chocolate me gustaría incluso más.
La medida que he utilizado es una cucharadita, porque no quería que me saliera demasiada cantidad por si no me gustaba el resultado. A mi me han salido los tres botecitos que tenía llenos y he guardado cantidad como para llenar otro más. Podéis adaptar las cantidades que queráis pero siempre en la proporción que os pongo.
Los pasos a seguir son muy sencillos: Hay que preparar un baño maría llenado el cazo con un par de dedos de agua y poniendo el bol dentro. Y añadir todos los ingredientes.
Poner el fuego no muy alto y remover bien hasta que queden completamente derretidos todos los ingredientes. Es muy importante que la cera de abejas no llegue a hervir, pues le dará un sabor amargo a nuestro bálsamo labial.
Cuando la mezcla sea homogénea podemos rellenar nuestros botes. Hay que hacerlo rápido porque se solidifica en pocos minutos, por eso os recomiendo que tengáis los botes abiertos y preparados antes de quitar la mezcla del fuego, sobretodo si vais a hacer en cantidad.
Como ya os he dicho antes, el resultado nos ha encantado. Estoy segura de que voy a probar con diferentes mantecas vegetales y sabores o aromas. ¡Se me ocurren mil posibilidades! El único inconveniente que le veo a este bálsamo labial es que estoy segura de que voy a tener que hacerlo muy a menudo porque cuando lo prueben mis familiares y amigos van a suplicarme que les regale un bote…;)
Espero que paséis muy buena semana y disfrutéis de las horas de luz extra que tenemos desde hace una semana. ¡Besos!