El de esta semana trata de los cuidados de nuestra piel en invierno. A pesar de que la primavera está pisando los talones, no podemos decir que ya haya llegado al norte porque estaríamos mintiendo. Sigue haciendo un frío terrible y la lluvia no nos abandona... Así que vamos a ver qué nos cuenta la experta...
El frío de la época invernal provoca diversas alteraciones en nuestra piel que debemos cuidar y vigilar para evitar males mayores.
Una de las partes del cuerpo más expuestas a las inclemencias climáticas son las manos, las cuales en ocasiones pasan mucho tiempo sometidas al frío ambiental, lo que provoca que la circulación sanguínea local disminuya y con ello la piel sufra, deshidratándose y favoreciendo la aparición de sequedad y eccemas. Por ello, es importante cubrirlas con guantes cada vez que nos expongamos a bajas temperaturas y evitar lavarlas en exceso, ya que el ambiente frío y seco puede contribuir a que aparezcan eccemas e incluso grietas dolorosas. Para ayudarlas a reponer su protección natural, aplica tanta crema hidratante como puedas, al menos cada noche antes de ir a dormir, así podrán recuperar la hidratación y facilitarás que la circulación sanguínea sea adecuada.
Otra zona que se afecta con facilidad es la cara, la cual no podemos cubrir a penas, y que sufre los golpes de aire frío de una forma intensa. Mantenla bien hidratada en invierno, evita cremas con sustancias que provoquen un peeling muy intenso, ya que perder la capa más superficial de la piel puede llevar a la aparición de eccemas faciales. Por otro lado, en los días más fríos de invierno pero con un bonito solo dibujado en el cielo, las radiaciones ultravioleta también llegan hasta la superficie terrestre, por tanto no podemos dejar de proteger nuestra piel facial ni siquiera en invierno. Aplica un buen fotoprotector que combata esas radiaciones solares que logran alcanzarnos en esta época.
Por último, y no menos importante, las piernas también sufren las inclemencias del invierno, y nos hacen en muchas ocasiones sufrir una intensa sensación de frío debido a que la circulación en estas zonas disminuye durante esta época del año. No es recomendable, para intentar mitigar estas situaciones, colocar una fuente de calor directamente hacia los muslos o los pies mientras permanecemos sentados, ya que esto puede provocar la aparición de edema local por una vasodilatación intensa en la zona o de lesiones difíciles de resolver aunque sólo conllevan un efecto puramente estético, como es el eritema ad igne, el cual se caracteriza por la aparición de lesiones oscuras en forma de red en la zonas laterales de los muslos. Lo más adecuado para contrarrestar el frío en las piernas es vestir adecuadamente, con varias capas de ropa si fuera necesario y no permanecer sentado o de pie durante mucho tiempo, ya que la circulación disminuirá y aumentará la sensación de frío.
En cualquier caso no debemos olvidar el resto de nuestra superficie corporal, que puede sufrir también, por ello evita las duchas muy calientes y prolongadas, aunque en ocasiones sea lo que más apetece para huir del frío exterior, trata de acortarlas y de disminuir la temperatura del agua, tu piel te lo agradecerá. Además, no olvides aplicar crema hidratante después de cada ducha, puede resultar engorroso pero es en esta época cuando tu piel más lo necesita.
¿Qué os ha parecido? Desde luego coincido con ella en que las manos son las grandes olvidadas, al menos en mi caso. Hasta hace bien poco evitaba la crema de manos porque me resultaba muy incómodo estar con la sensación de humedad después de aplicar la crema. Solo hacía falta encontrar la correcta. ¿Vosotras qué opináis?
XOXO, Iria.
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