Compartimos tantas cosas, penas y alegrías, que sería imposible contarlas todas. Lo que sí quedó en nuestra memoria para siempre fue esa traca final, como en los fuegos artificiales que guardan la mejor sorpresa para el último momento. En nuestro caso fue el viaje de fin de curso, que acordamos que tenía que ser por todo lo alto.
El final fue el comienzo de algo mejor
Ninguna de nosotras podía imaginar entonces lo que nos tenía preparado el destino. Ahora que han pasado los años, lo veo todo con una luz especial.
De pronto un día los recuerdos se agolparon en mi mente. Buscando en la web los mejores regalos para amigas me vino a la memoria aquel mes de junio y surgió la idea perfecta. Todas nos hemos preguntado en alguna ocasión qué regalar a una amiga, pero en este caso tenía que ser algo diferente.
Se cumplían 20 años de aquel fin de curso del 98, y nos íbamos a reunir para conmemorar una fecha tan señalada. Aquel viaje a Ibiza fue inolvidable para todas nosotras. Sin duda fue el mejor viaje de fin de curso, porque terminábamos esa etapa y después cada una seguiría su camino. Además de eso, fue el mejor porque no solo marcó el final de un ciclo, sino el comienzo de algo grande. En esa isla conocimos a un grupo de chicos encantadores. Tardes de playa, noches bailando hasta la madrugada, risas y más risas.
La casualidad quiso que todos viviéramos en Madrid y al acabar las vacaciones no perdimos el contacto, ya lo creo que no… De aquel grupo salieron tres parejas, y a día de hoy afortunadamente se mantienen. Todo un logro, teniendo en cuenta los tiempos que corren.
¡Qué recuerdos! Parece que fue ayer. Por las cosas de la vida, ahora ya no vivimos en la misma ciudad ninguna de las tres amigas, pero nunca hemos perdido el vínculo. Por eso siempre decimos que ese final de curso fue el comienzo de algo aún mejor.
Un detalle para una fecha señalada
Al echar la vista atrás, es inevitable la nostalgia, aunque cada momento tiene su encanto. Las redes sociales y el móvil nos mantienen en contacto casi cada día, y eso hace que nunca se apague la llama de nuestra amistad. Sin embargo, para esta fecha he querido buscar algo que nos haga mantener siempre presente nuestra amistad.
Mirando en internet ideas de regalos para amigas, encontré muchas propuestas, pero solo una me llegó al corazón. Me decidí por tres pulseras idénticas que grabé con esa frase que tanto nos gustaba. Carpe diem, vive el momento. Qué mejor que regalar a una amiga una sencilla joya que nos recuerde que hay que aprovechar cada instante.
Al mismo tiempo, nos trae a la mente también la imagen de nuestras mejores amigas de los buenos tiempos. Y al pensar eso se me ocurrió también el complemento perfecto: una foto de las tres adornada con un precioso marco. Ya estaba casi todo listo, se acercaba el gran día.
El mágico momento del reencuentro
Por fin, después de todos los preparativos, de estrujarme el cerebro pensando en el mejor presente que regalar a una amiga, por fin ha llegado el día.
Me ha sorprendido a mí misma los nervios de esta mañana, parecía como cuando era pequeña y se acercaba el día de reyes. Más que el momento mismo de abrir los regalos, me llenaba de ilusión los días previos, pensando en todo lo que iba a ocurrir.
Salvando las distancias, también ahora me siento ilusionada por ver vuestras caras cuando por fin veáis el detalle que he elegido para vosotras, y leáis esta carta. En ella he puesto todo mi cariño, contando mis recuerdos como si fuera una historia, nuestra historia. Con los años todo toma una nueva dimensión, y te das cuenta de lo que de verdad importa en la vida. Una de las cosas más importantes es la amistad, y hoy quiero brindar por ella.
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