A Izaro le gusta la moda, a Asier le gusta la bici, y sin embargo les une el proyecto de Oskarbi. Dos personas tan cercanas que me hacen sentir como en familia, con ellos, en su pueblo, en el bar donde a veces desayunan, ahí quedamos para charlar.
Es curioso que tengamos gente solidaria tan cerca y ni nos demos cuenta. No presumen de ello, simplemente lo hacen y ahí lo dan todo. Venimos a hablar de zapatos y acabamos hablando de sus chicos esos eritreos que se han venido a una escuela de ciclismo porque según Asier la bicicleta cambia vidas. Y como de una reunión entre amigos salió el Proyecto ciclista solidario y ya han conseguido que se construya un colegio y un centro de salud en Mali. Y yo pensando en qué zapatos me voy a comprar esta temporada…
Pero es que Oskarbi está ahí, también sale de ellos, y viendo su iniciativa ahora comprendo como en tan solo 20 años han conseguido abrir 12 zapaterías a parte de su tienda online.
Me alucina lo que me enseñan, cajas de zapatos por todas partes, incapaz de abrir los brazos sin tocar una montaña, olor a piel y a cola… todo me lo enseñan con ilusión, esa ilusión que ellos transmiten porque allí todo son buenas caras, reina el buen rollo (a pesar de que es sábado por la mañana y están trabajando).
Me encanta Izaro, con esa sonrisa y esos labios rojos que rebosan simpatía, me confiesa que se viste por los pies, y no me extraña, tiene opciones para hacerlo.
Las dos incondicionales de las planchas del pelo corremos bajo la lluvia para llegar a su zapatería de Beasain sin que se nos electrocute el pelo y allí no podemos dejar de probarnos zapatos. Siempre lo he dicho, me gusta esta zapatería porque se nota la calidad, casi todo lo que veo está fabricado en España, y puedes sentir la suavidad de la piel y los buenos acabados. Son estos detalles los que hacen que 10cm de tacón sean más o menos cómodos. Y me dicen su secreto, antes de decidirse por un modelo se lo prueban. Detalles que marcan la diferencia.
Ahora quiero volver a quedar con ellos, otro café para seguir conociéndonos. No sé si he podido transmitir la buena sensación que me llevé esa mañana, pero os aseguro que fue genial, llevé la sonrisa puesta el resto del día, me habían hecho sentir realmente cómoda.
Os deseo lo mejor.