Con la técnica del contour, que está inspirada en el maquillaje empleado en los comienzos del cine mudo, podrás resaltar tus atributos y esculpir tu rostro. Lejos de los que puedas creer, aplicar el contour es muy sencillo, pues es tan fácil como jugar con trucos visuales de luz y sombra, para lograr un contorno perfecto de tu rostro.
Los materiales que necesitas para comenzar aplicar esta técnica son: un iluminador dos tonos menor a tu color de piel y una base dos tonos más oscura y un rubor que vaya con tu tono de piel. Con tu piel muy limpia y humectada, estás lista para aplicar el contour. A jugar!
El primer paso y el más importante, es que reconozcas cuál es la forma de tu rostro, así podemos saber cómo y dónde aplicar la técnica. Toma un espejo donde puedas ver todo tu rostro y encuentra semejanzas con las figuras a continuación. ¿Cual figura se asemeja más tu rostro?. ¿A caso es redonda, rectangular, de corazón o cuadrada? Para cada una de ellas existe un contournig especial.
Emplea la base oscura para ocultar rasgos, con el iluminador destacas las facciones y con el rubor esculpes el rostro para luego integrar el maquillaje, dándole un acabado desde natural hasta dramático. En este último paso debes trabajar con precisión para que la técnica en cada tipo de rostro sea perfecta como lo haría un profesional. Todo es cuestión de práctica y verás como cada vez tendrás mejores resultados.
Eso no es todo, puedes ir más lejos de lo básico y crear tu propio contouring personal, recuerda que todos tenemos facciones únicas, así que usa tu creatividad y destaca tu personalidad o cámbiala completamente, usa mas gamas de colores, otras formas de aplicación, e innova tu propio estilo. ¡Puedes ser, lo que quieras ser!. ¡Sin bisturí, cambias tu reflejo en el espejo como quieras!
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