¿Realmente funcionan las dietas de ayuno?

Las dietas de ayuno o ayuno intermitente suelen consistir en comer solo 500 calorías 1 o 2 días a la semana, o pasar de 12 a 18 horas al día sin comida.

 

Provienen de una práctica estructurada conocida como restricción calórica, y la investigación que se ha llevado alrededor de ella sugiere que, entre sus beneficios, puede ayudar a perder peso (una ventana de ingesta más pequeña significa menos calorías consumidas), pero lo más importante es que se le relacionó con mejores niveles de azúcar en la sangre, disminución del riesgo de enfermedad cardiaca y cáncer.

 

Además, hay evidencia de que podría ayudar a tu cerebro a evitar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, al tiempo que mejora el estado de ánimo y la memoria.

 

Así, la finalidad principal de este tipo de dieta que no cuenta las calorías, sino que las restringe, es la salud y la longevidad, y no perder peso.

 

¿Cómo funciona?

 

Gracias al estado constante de privación de calorías, pero a niveles que te permiten obtener nutrientes esenciales, se desencadena la hormesis, una respuesta biológica al estrés que fortalece y vuelve más resiliente al cuerpo.

 

Se diferencia de una dieta convencional porque en lugar de comer menos por cierto tiempo (ya sean semanas o meses, de acuerdo con la dieta), se alternan días de comer menos (o nada) con días de comer normalmente, o incluso ad libitum, es decir, todo lo que puedas comer.  

 

Hay diversas formas de hacer ayuno. Por ejemplo, los días de ayuno pueden implicar no comer nada (pero beber mucha agua) un día a la semana y comer todo lo que desees durante los otros seis días.

 

O puedes alternar días, con días ayunos que consisten en solo comer de 500 a 800 calorías al día, y comer todo lo que desees en los otros 3 a 4 días por semana.

 

De acuerdo con un artículo de la revista Endocrinología Molecular y Celular, las personas en ayuno intermitente pierden de 3 a 5 kilos después de 10 semanas de practicarlo, un tiempo y una cantidad de kilos muy similar a las de hacer una dieta normal.

 

Por otra parte, las ansias de hambre que uno tiene durante el ayuno intermitente también son similares a los de llevar una dieta convencional. Y aunque solo se tiene hambre uno o dos días a la semana en lugar de todos los días, el ayuno intermitente no es necesariamente más fácil de mantener que una dieta regular.

 

Si lo que buscas es perder peso, los resultados no serán tan diferentes a llevar una dieta, pero si lo que buscas es mejorar tu salud general y tu longevidad, el ayuno sí tiene efecto en ellos.

 

Recuerda que si decides intentarlo, debes consultar antes a tu doctor y descartar un embarazo, diabetes u otras dificultades para regular el nivel de azúcar en la sangre, o si tienes otras cuestiones de salud que podrían hacer que el ayuno no sea una buena idea, como un historial de trastornos alimentarios.

Fuente: este post proviene de Blog de Actitudfem, donde puedes consultar el contenido original.
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