Antes de llegar a la tienda donde escojas el sofá que presidirá tu salón, son tres los aspectos básicos que tienes que tener bien establecidos, y que además son muy importantes para comenzar a elegir tu nuevo sofá. Se trata de:
Cuánto mide tu salón. ¿Te cabe? Imagina que te enamoras de un sofá precioso, de revista, y cuando te lo llevan a casa, ¡no te cabe y no puedes ponerlo! Por eso, antes de ir a la tienda mide bien el espacio de tu salón.
Cuál será la distribución de este con el nuevo sofá. Por otra parte, en el caso de que estés pensando en un sofá cama, debes de tener en cuenta el espacio que ocupa una vez abierto.
Número de personas que a diario harán uso de este nuevo mueble. ¿Cuántos sois en casa?
En espacios pequeños es mucho mejor meter un mueble de calidad importante que muchos pequeñitos. Los metros así parecen crecer y la sensación al entrar en la estancia será Guau!! A la espera de ver dónde publicamos mi #obra6pdi os dejo esta imagen de Guau… #pauladuarteinteriores #reformasconestilo #Madrid
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Estos, junto con el uso, son aspectos que definen, en cierto modo, nuestro estilo de vida dentro de nuestro salón. Por ello, son muchas las alternativas que podemos encontrar según ese estilo.
El uso que le vayas a dar a tu nuevo sofá es muy importante, sobretodo la forma en la que sueles usarlo. Es decir, los distintos modos de sentarte que sueles tener cuando usas tu sofá en casa. Esto es algo que no podemos dejar en un segundo plano, ya que nuestra comodidad en nuestro propio sofá es esencial. Tu sofá tiene que ser cómodo, y debe serlo durante mucho tiempo.
Es cierto que en la tienda, en un primer momento cualquier sofá nos puede parecer confortable, pero en casa con el uso diario ya es otro cantar. Así que, cuando estés en la tienda, siéntate y pruébalo tranquilamente, sin prisas. Incluso túmbate en él, ¡sin pudor! Seguramente estés pensando en un sofá en el que poder dormir tus buenas siestas o disfrutar de largos maratones de Juego de Tronos, por lo que estas posturas son importantes, también.
¿Cómo podemos saber desde el principio si un sofá es y será cómodo para nosotros? Toma nota y apunta estas cinco claves:
Una vez sentada y acomodada, tus caderas no deben quedar más hundidas que las rodillas, para que cuando hayas de incorporarte no te sea costoso. Y que el borde del asiento no te presione la parte posterior de tus rodillas.
Tus pies deben tocar el suelo cuando estés sentada, con la espalda apoyada contra el respaldo. Lo que se dice un ángulo recto o de 90 grados. Además, en esta postura, los riñones y la zona lumbar deben estar protegidos, evitando que tu cuerpo baya resbalando hacia abajo, esta zona debe ser la más blanda adaptándose a ti, pero sin hundirte.
¡El reposabrazos! Una parte fundamental, que para que tu sofá sea realmente cómodo, debe estar a la altura del codo para poder apoyar el brazo.
Estos aspectos son lo básico que tendrás que comprobar en el momento de elegir el diseño y modelo de tu nuevo sofá. Así que no tengas reparos en sentarte en todos los sofás de aquella tienda a la que vayas en busca del sofá perfecto.
Sofás y más sofás, eso sí, de calidad, a medida y made-in-Spain (Tarrasa, para ser más exactos ). Hoy en el blog, las "joyas" de @gemsbarcelona. También encontrarás butacas y cabeceros y puffs y chaiselongues, tanto en su tienda online como en su showroom en la Calle Balmes, 172 de la Barcelona. Aujourdhui, dans le blog, des jolis sofas comme celui ci. Et des puffs, et des chaise longues, et des têtes de lits, et des fauteils… #sofá #sofa #couch #decoración #deco #decor #decoration www.vintageandchicblog.com
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Cuando compramos un sofá, normalmente lo hacemos con vistas a una larga vida y futuro. Por eso, no podemos elegir a la torera y decantarnos por cualquier cosa. Algo esencial en cuando a la durabilidad y calidad de tu sofá es la resistencia de la estructura. Te recomendamos que sea de madera maciza o metálica, siempre y cuando sea de aluminio o de acero. El sistema que aguante los cojines del asiento del sofá debe contar con un mínimo de cinco tiras de cinchas paralelas al chasis por otras cinco perpendiculares, por cada uno de los asientos. Los muelles en zigzag que aguanten los cojines del asiento, también son una opción de muy buena calidad.
Puede parecer un aspecto secundario el tema del tapizado y el relleno, pero estos son dos puntos que aportarán más resistencia a tu sofá.
Además, el tapizado es lo primero que se ve en un sofá, y eso hay que tenerlo muy en cuenta. Es muy importante que sea transpirable, por lo que tendremos que prestar atención a la elección del tapizado. Apúntate esta ecuación: cuanto más transpirable, más confortable. El color es lo que más nos llama la atención cuando tenemos que elegir, pero en cuanto a tejidos, ¿Cuál es la mejor tapicería para tu sofá? Existen múltiples opciones para ello:
El algodón es una de las opciones más viables. No se deforma fácilmente y es muy resistente. Es un tejido fresco, que puedes encontrar en un montón de colores y estampados, y casa con cualquier tipo de decoración.
La chenilla. Para los que desconocen este tejido, no es más que una mezcla de tejidos y fibras sintéticas con acabado aterciopelado y efecto tornasolado según la incidencia de la luz. Es una muy buena opción porque se arruga muy poco.
La tapicería técnica es un nuevo material resistente a las manchas, con gran variedad de texturas y colores, que se adapta a cualquier estilo decorativo. En cuanto a su limpieza, el tratamiento “Aqua Clean” elimina las manchas solamente con agua.
La piel es muy resistente al paso del tiempo y adaptable a cualquier ambiente. Es muy fácil de limpiar, solo necesitas un paño húmedo y crema especial cada 4 meses. Además para muchos, el aspecto desgastado que tienen algunos sofás de piel tras el uso, con los años, es un plus decorativo. Digamos que es un sofá en continua evolución.
¿Qué tal un sofá blanco? Combina con cualquier otro color y un truquillo… los colores claros dan sensación de ocupar menos espacio visualmente, ya que ayudan a sumar luz por ser un color muy luminoso y un tono que reduce el peso visual. El blanco es un color que da mucho juego a futuras redecoraciones, ya que se adapta a cualquier estilo que podamos darle tan solo con unos nuevos cojines. Si lo que te echa para atrás a la hora de elegir un sofá blanco es la limpieza, elígelo desenfundadle y ante cualquier mancha con lavar la funda bastará.
En cuanto al relleno, lo recomendable son las plumas de pato u oca, pero como ya se sabe esta opción suele ser la más elevada. Atendiendo a todos los bolsillos, sin descuidar la calidad, tenemos opciones como, los rellenos viscolásticos o la espuma de poliuretano, ya que se deforman muy poco. Lo recomendable es renovar cada 5/6 años los rellenos de nuestros asientos para no perder confort. Para que el relleno sea de calidad, debe tener una densidad de unos 30 o 35 km/m2.
Para que un sofá sea verdaderamente cómodo no debe ser ni duro ni blando y en este caso el respaldo debe ser un poco más blando que el asiento. Con lo cual, los rellenos deben ser de calidad, que se deformen poco.
Las patas. Lo mejor es que formen parte de la misma estructura. Así evitaremos que al moverlo las patas se aflojen del tornillo que las une al sofá, en el caso de que vayan atornilladas.
Algo que tampoco podemos descuidar es el estilo del sofá. No podemos comprar cualquier cosa, sin estilo, ya que con el paso de los días, si tu sofá no concuerda con el resto del salón te cansarás muy pronto de él. Debe encajar con el resto de la estancia y su decoración, nórdica, clásica o actual… Todas son decoraciones distintas en las que hay que elegir un tipo de sofá distinto.
Y una vez que te pones ¿Por qué no elegirlo con extras? Sofá cama, o con arcón que nos de un plus de almacenamiento bajo sus asientos… En una casa, mucho almacenaje nunca es suficiente, por ello una buena idea es un “chaise longue” donde poder guardar las mantas y cojines cada vez que queramos recoger el salón y despejar nuestro sofá. Otra buena opción son los modelos con asientos y respaldos deslizantes, que te permiten tumbarte más cómodamente.
Sobretodo, algo que nos saca de más de un apuro cuando tenemos invitados en casa, son los sofá cama. Cada vez son más fáciles de usar, con un montón de ventajas: son 2 en 1 y nos ayudan a aprovechar el espacio, y esto en casas pequeñas viene genial. Lo bueno de estos muebles es que son para usarlos sin miramientos, y además son súper versátiles y te ayudarán en el bolsillo.
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Por último, y no menos importante, que se ajuste a tu presupuesto. Mira la etiqueta del precio antes de decidir.
Pero… ¿cuándo saber que mi sofá está pidiendo que lo jubilen?
Tranquila, te damos una serie de trucos para que sepas cual es el momento de sustituir tu actual sofá. Señales que te manda tu sofá para que lo retires por uno nuevo.
Cuando te sientas, no te suelta. Vamos, que se te traga. Si además, al sentarte, buscas un cojín para no hundirte. O en casa os echáis a suerte a quien le toca está vez el lado malo, y hasta el perro ha dejado de querer subir al sofá y ya prefiere la alfombra… ¡Renueva!
Las manchas han creado un sospechoso estampado que tú no has elegido. La tapicería pide a gritos una renovación y no se trata de que uses un spray limpia tapicerías y un cepillo. Eso ya no funciona. En este caso puedes replantearte la opción de retapizarlo, pero no nos engañemos, tiene tantos años y uso, que se trata de la “crónica de una muerte anunciada”.
Si ya no sabes, como poner los cojines del asiento para que queden de la mejor manera posible, sin que se note que están hundidos, y si además le has hecho un millón de parches y remiendos para alargarle la vida ya sabes… ¡Cámbialo!
¿En tu salón cada vez hay más plumas que en el camerino de una cabaretera? Eso es que tus cojines tienen una fuga por la que se van saliendo las plumas, y poco a poco están perdiendo más consistencia.
Algo importante: si cuando lo comprasteis erais dos y ahora sois cuatro… Es una cuestión de puras matemáticas.
No te lo pienses más, es hora de que cambies tu sofá.