En infusión:
Infusiona un puñado de flores secas de lavanda con manzanilla y un toque de miel para aliviar los resfriados y afecciones respiratorias causadas por la alergia.
También ayuda a combatir la ansiedad, la hipertensión y el estrés.
En aceite:
Aunque pueda aparecer en productos de otro formato, es más cómun encontrarla en aceites. Para su uso, mezclar unas gotas de aceite de lavanda con otro aceite que utilices como base, como el de almendras, aloe o coco.
En el cuidado de la piel, la lavanda ofrece grandes resultados gracias a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias. Por eso, es muy recomendado su uso para combatir el acné, irritaciones de la piel o aliviar la quemazón ante picaduras de insectos.
Su fragancia:
El característico olor de la lavanda lo podemos encontrar desde limpiadores del hogar o suavizantes de la ropa hasta en los perfumes más exclusivos. ¿Su poder? El de la relajación. Añade unas gotas de aceite de lavanda o un perfume con su olor a tu almohada y disfruta de dormir bien.
Su color:
En la historia antigua, este color era el más difícil de conseguir para teñir los tejidos, por eso, siempre se le relaciona con los personajes de alta alcurnia como los reyes, obispos o faraones, que podían pagar las sedas teñidas en tonos violeta.
En la actualidad, este color transmite tranquilidad y paz… lo mismo que transfieren las infusiones de esta planta y además… sin olvidar que es el color pantone de este año… ULTRAVIOLET.
Para crear este maquillaje en tonos lavanda, he utilizado sombras glitter de Ingot y Sleek que dan luz a la mirada y que… son preciosas!! ¿Te atreves a plasmar estos bonitos colores en tu mirada?
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