Si hace dos días te ofrecía en el blog mi crónica sobre el BCN Gin Show, hoy vuelvo con otra crónica. Esta vez la del Festival Inspira, organizado en Siurana de Prades por Álvaro Sanz el fin de semana del 27 al 29 de junio. Así que, si quieres saber un poquito lo que pasó en durante ese fin de semana tan especial, quédate que te lo cuento.
Seguramente querrás empezar sabiendo qué es el Festival Inspira y la verdad es que, si lo que quieres es que te dé una definición precisa del objetivo del evento, lo siento, pero soy incapaz de dártela, porque lo que me llevo de ese fin de semana y lo que ha quedado en mí es el espíritu con el que se hizo el festival, más que aprendizajes muy concretos.
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Festival Inspira: contenido multimedia
El post de hoy es bastante largo. Si, en vez de leerlo, prefieres escucharlo, aquí tienes el podcast y también el vídeo que complementa lo que te estoy contando hoy.
Si, a pesar de la advertencia de que el post es largo, y de haber escuchado el audio, quieres leer el resto del artículo, sigamos avanzando.
Cómo supe sobre el Festival Inspira
Antes que nada, voy a contarte cómo tuve noticias sobre el Festival Inspira. Mi comadre Gi de Para el Bebé, me habló de la web de Álvaro Sanz y del Festival Inspira, “que va a ser muy chulo?. Gi cuenta con la ventaja de que, cuando me toca las palmas, yo caigo en la trampa. Y cuando Gi me dijo que iba, pensé ?pues yo también voy, aunque no sepa ni quién es Álvaro Sanz ni de qué va el festival, pero si aprendo algo más sobre fotografía, eso que me llevo?.
Solo sabía que, de entrada, el festival iba a ser toda una aventura para Gi y para mí, porque el evento se iba a celebrar en el Camping Siurana, y Gi y yo somos muy urbanitas, así que lo de tener que montar solas la tienda de campaña de mi madre iba a ser toda una experiencia.
El mismo viernes por la noche empezaron las charlas. Álvaro Sanz nos dio la bienvenida y nos haber asistido al Festival, hizo un poco de introducción y ya dio paso a las dos primeras charlas de la noche.
La primera experiencia que escuchamos fue la de Ibai Acevedo, que nos estuvo hablando no de fotografía, sino de las entrañas de la fotografía, de cómo hacer una foto, de cómo ser capaces de ser nosotros mismos mientras hacemos fotos, y de no tener miedo de dejarnos llevar por lo que nos inspira.
Después de Ibai Acevedo, llegó el turno de Paula Bonet, que nos estuvo hablando de cómo entiende ella el proceso creativo. Nos habló de algunos proyectos anteriores, y nos habló de proyectos que están en marcha. Fue una charla muy personal en la que Paula nos explicó cómo surgió su necesidad de plasmar sentimientos a través de las ilustraciones.
Después de dos charlas de lo más inspiradoras, llegó el concierto, sobre la una de la madrugada, a cargo del cantautor Carlos Sadness. ¿Te imaginas un concierto de noche, en pleno bosque bajo un manto de estrellas y con velas titilando alrededor? Así fue el concierto de esa noche. Además Carlos también nos habló de su proceso de inspiración, y de qué le movía a componer algunas canciones. Todo ello entre anécdotas y chascarrillos de lo más divertidos.
Fue un concierto genial que terminó muy pasadas las dos de la madrugada. Y tocaba dormir, porque al día siguiente estábamos convocados a las seis de la mañana para disfrutar del amanecer.
Sábado por la mañana, seis de la mañana, y expedición para ver el amanecer desde los acantilados de Siurana. Todo un espectáculo indescriptible. Hicimos fotos de la salida del sol y también aprovechamos para acercarnos hasta el pueblo de Siurana, que parecía un pueblo abandonado ya que eran poco después de las siete de la mañana cuando entrábamos al pueblo, que todavía estaba dormido.
Después de esta salida, volvimos al camping, donde Álvaro nos dio, a los beginners, una ?pequeña introducción? a la fotografía. Lo pongo entre comillas porque fue una introducción de cerca de dos horas que agradecí horrores, y que me vino genial para refrescar conceptos, y para aprender unos pocos más. Y todo explicado desde la sencillez y la frescura, sin caer en palabras rimbombantes, lo que hizo todo aún más comprensible para mí. Impagable.
Tras la clase sobre fotografía, llegaron los talleres. Y ahí fue donde me vi inmersa en mi primera experiencia con el scrapbooking y el crafting gracias a Bego de Tea on the moon. Sí, yo. Yo, que siempre había visto el crafteo como algo complicadísimo de hacer. Sí, yo. Yo, que rehuyo de las manualidades aduciendo falta de maña y creatividad. Pues ahí estaba yo disfrutando del taller, después del cual he enloquecido y les he comprado a mis hijas muchísimos materiales para craftear en casa. Y resulta que a ellas también les gusta.
Después de la comida, llegaron más charlas inspiradoras, y ahí conocimos a Cris Romagosa y su proyecto Grafito Gris; y también a Julia Sánchez, que nos habló sobre el proyecto en el que participa, Empieza por educar, un proyecto cuyo objetivo es reducir el fracaso escolar y al tiempo prestigiar la figura del profesor.
Esa misma tarde, Toni Arbonés, escalador y responsable del camping Siurana, nos habló de la creatividad, la inspiración y el miedo relacionados con la práctica de la escalada, y de lo importante de perseguir nuestros sueños.
Las charlas de la tarde se cerraron con la de Bea del blog Con botas de agua, que nos explicó que el apoyo de sus padres, durante su adolescencia y juventud, fue vital para que ella desarrollase su creatividad e hiciera sus elecciones sin miedo; también nos habló de cómo nació su blog, y en qué se inspira para escribir los posts.
Después de la cena, dos proyectos más, igualmente interesantes: Juan, un viajero aventurarero que lleva más de un año recorriendo varios países de América del Sur y que se ha fijado como objetivo llegar a Canadá en un año y medio. Juan nos habló de felicidad. Pero de la felicidad de verdad, de la que no necesita de cosas materiales para aflorar, sino de la que aflora cuando somos nosotros mismos y hacemos lo que realmente nos nace del corazón.
La siguiente charla, fue la de Mónica y Leire, que nos hablaron de su proyecto Sea you soon: dos amigas, un viaje, un mes, una camioneta, dos cámaras de fotos analógicas y muchas experiencias vitales.
Lamentablemente para cuando terminaba la charla de Mónica y Leire, estaba tan hecha polvo por culpa de mi lumbalgia, que no pude quedarme a bailar los temazos que pinchó Mister Rombo; y te aseguro que, cuando una es bailonga como yo, se hace muy duro estar en la tienda de campaña tumbada porque tu espalda no da más de sí, mientras oyes Give me hope Johanna, I?ve got the power y otras canciones que te ponen a bailar aunque no quieras.
Antes de finalizar el sábado, Álvaro nos dejó intrigadísimos diciéndonos que al día siguiente, quien no se levantase para ver la salida del sol se iba a perder algo muy grande. Y no mentía. El concierto de María Coma a las siete de la mañana, mientras salía el sol, al borde de un acantilado y con las montañas de Prades al fondo fue espectacular.
No tengo ningún reparo en reconocer que llegué a llorar de emoción disfrutando de la magia de ese momento: un entorno natural precioso, dos teclados y María Coma cerrando los ojos y abandonándose a la música. Le he puesto demasiadas palabras, porque en realidad no hay palabras para describir lo que viví esa mañana. Y no es que no sea capaz de encontrarlas: es que no tiene que haberlas. Porque esas experiencias no se explican: se sienten.
Después, un desayuno de chocolate a la taza nos reconfortó antes de emprender una excursión de algo más de una hora para bajar al río, no solo a bañarnos, que también -bueno yo no, que soy muy friolera-, sino a escuchar las últimas charlas del evento: la charla de Patricia Sánchez que, desde su cuenta de Instagram y desde su web nos muestra que la poesía nos rodea allá donde estamos; y la última charla que cerró el evento fue la de un representante de lo que queda de la familia Quiroga Páez, una familia pintoresca que, por circunstancias de la vida se ve obligada a vender parte de su patrimonio.
Se terminaba el Inspira y a mí me quedaba una sensación mezcla de muchas cosas: de energía, que es la que transmite Álvaro, que es un hombre apasionado, con una melena rizada abundante y preciosa -hablando tanto sobre cabello como hablo, me tenía que fijar y lo tenía que mencionar, claro-, y que transmite una energía positiva impresionante.
También sentía que me faltaba un día más, para abrirme más e intercambiar con más gente de la que lo hice. Pero me queda el placer de haber compartido un poquito con Bea, con las gemelas Sánchez, con Esther, su marido y su maravillosa hija Alma -una niña tremendamente feliz- y tengo que hacer una mención especial a Iria, por cuidarme, por preocuparse, y por la conexión que tuvimos.
Pero ¿has aprendido algo de fotografía en el Festival Inspira, Desirée?
Pues sí, ¡y mucho! Tal vez mis fotografías no lo reflejen, porque estoy en proceso de aprendizaje, pero sí. He aprendido mucho, y mucho más que fotografía.
He aprendido y me he reafirmado en muchas cosas que sentía con respecto a mi propio proyecto personal, que es este blog y todo lo que le rodea. Así que me traigo muchísimos aprendizajes de este Festival Inspira que, por otra parte, también me vino bien para eso: pararme, inspirar para llenarme de vida y de naturaleza, que buena falta me estaba haciendo.
He sentido que parte de los asistentes al festival, que repetían la experiencia o que habían participado en otros eventos de Álvaro, son como una pequeña gran familia. El ambiente fue en todo momento así: familiar, cómplice, cercano y, por supuesto, lleno de creatividad. Así que, por todo ello, Álvaro, gracias. Nos veremos el año que viene.
Ésta es mi vivencia, y por si os interesa leer más crónicas sobre el evento, os dejo las siguientes:
La de Valentina Barreto.
La de Bea desde Con Botas de agua.
La de Cris Romagosa desde Grafito Gris.
La de Bego de Tea on the moon.
La de Esther de Vip Loved.
La de Marta de Mamás Molonas.
Yo te digo que estoy encantada de haber podido disfrutar de esta experiencia, y que, por más que haya escrito mil novecientas treinta y ocho palabras para intentar transmitirte lo que ha sido, si no lo vives, no es lo mismo.
La entrada Festival Inspira 2014: mi crónica aparece primero en Diario de la Negra Flor.
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