Ya me estaba picando a mí el gusanillo después de tener tan abandonada la faceta más glamourosa del blog...
Mucha mudanza, nueva vida y falta de eventos sociales le quitan a una las ganas de arreglarse. Porque para sacar al perro, trastear en casa o salir a tomar unas tapillas, los tacones están desaconsejados. Convencida no por lógica imperante, sino por desistir tras usarlos alguna que otra vez en un intento desesperado de conservar en mí un rastro de feminidad. El que tiene que ver con el gusto de arreglarse, de salir petipuesta para la ocasión.
De vuelta a la carga, al rastreo de inspiración, mis primeros hallazgos van de espaldas al descubierto.
Y de repente no hago más que encontrarles PROS porque:
1. Si lo tuyo son los vestidos de cortes limpios y sencillos, los escotes en la espalda pueden CONVERTIRSE EN LA SAL DE TU LOOK. El elemento sorprendente, protagonista si necesitar mucho más para dar con ese toque sofisticado de una perfecta invitada.
Que se atrevan a llamarte sosa.
2. ME ENCANTAN LOS POSADOS DE ESPALDAS.
Resultan naturales porque parece que casi no te des cuenta de que alguien va a disparar en ese momento. Robados y sensuales.
3. Para mí encarnan EL SEXY-DISCRETO apto para bodas.
Demuestran que así si se puede enseñar y ser elegante al mismo tiempo.
Pero como todas las tendencias, deben lucirse CUIDANDO MUCHO sobre todo dos cosas:
1. ATENCIÓN AL SUJE.
Busquemos una altura de escote que consienta llevarlo o una alternativa eficiente si el escote es muy promunciado, porque está absolutamente descartado que se vea.
Las que pueden y son seguras de sí mismas quizás pasen de esta prenda.
Las que no, existen millones de alternativas como los sujes con lazada a la cintura o las copas-cazuelas.
2. SÓLO, SI PODEMOS PRESUMIR.
Optemos por otro tipo de vestido si en ese momento tenemos granitos, marchas muy vistosas o nuestra constitución no nos lo permite.
Que el look que escojamos muestre lo mejor de nosotras. Acudir a vestidos sólo porque son rabiosamente tendenciosos puede ser una catástrofe....
¿Qué os parecen? ¿Os gustan las espaldas descubiertas?
Fuente: este post proviene de Antojada por Vocación, donde puedes consultar el contenido original.
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