Es por ello por lo que, en las líneas que siguen a continuación no solo te vamos a hablar de la edad que podemos considerar como más idónea para llevar a cabo una blefaroplastia sino de las implicaciones que puede tener esta.
¿Existe una edad ideal para la blefaroplastia?
Antes de llevarnos a engaños y siendo honestos con nosotros mismos, tenemos que decir que no hay una edad que podamos considerar como puramente ideal. Sin embargo, y con el objetivo de que tengáis toda la información posible, lo que vamos a hacer va a ser mencionar algunas consideraciones que hay que tener en cuenta a la hora de operarse y tener en cuenta la edad.
Antes de nada tenemos que tener en cuenta que este tipo de intervención se lleva a cabo para mejorar el párpado por lo que es extraño que una persona joven tenga este problema aunque, por supuesto, se han dado casos.
Al mismo tiempo hay que decir que la piel de una persona joven puede ser un poco más delicada por lo que el proceso de recuperación puede tener alguna complicación más desde el punto de vista de irritación de la zona intervenido.
Asimismo, y casi en el extremo opuesto, hay que tener presente que una persona excesivamente mayor, al menos por norma general, no tendrá el mismo riego sanguíneo por lo que lo más habitual es que la zona afectada no recupere del mismo modo que si lo tuviera en óptimas condiciones.
Sin embargo, sea como fuere, a día de hoy se han dado casos en los que los pacientes tenían 65 años o incluso menos de 25. Con esto lo que queremos decir es que en realidad no hay una edad ideal para la blefaroplastia aunque si tenemos en cuenta lo que hemos visto vamos a poder optimizar sobre todo el tiempo de recuperación y las molestias postoperatorias.
Conclusión
Ya hemos podido ver que determinar la edad ideal para la blefaroplastia es extremadamente complejo ya que son muchos los factores los que tenemos que tener en cuenta para ello. Es por ello por lo que nosotros, desde nuestro propio punto de vista, aconsejamos que siempre se acuda a un especialista, el cual, nos va a asesorar de la mejor manera posible.
No solo porque nos vaya a hablar de las implicaciones que puede tener esta operación a nuestra edad sino porque puede darse el caso de que nos proponga algún remedio alternativo, el cual, vamos a poder poner en marca para mitigar nuestro problema y esperar a que, en caso de que este se complique, recurrir ya sí a la operación. Y es que, una intervención por leve que esta sea no deja de tener unos riesgos implícitos que tenemos que valorar y, por supuesto, asumir.
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Fuente: este post proviene de La blefaroplastia, donde puedes consultar el contenido original.
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