Y son tantas personas las que hacen lo segundo, que muchas calles del mundo terminan cubiertas de este tipo de desechos, en Ámsterdam pasaba muy seguido, por lo que, en dicho país, ciudadanos optaron por tomar cartas en el asunto.
La holandesa Jolande Penniks fundó Gumbudy, una organización que instaló tableros en varias ciudades holandesas para que las personas puedan pegar su chicle en ellos y evita embarrarlo o escupirlo en otros lados.
Esta iniciativa dio un paso adelante, cuando crearon Gumbody, el primer calzado del mundo con suelas echas de chicles reciclados.
El objetivo es concientizar sobre el problema ambiental que representa la goma de mascar y reutilizarla de forma innovadora. “Nuestro compromiso diario es brindar a la gente buenas condiciones de vida, trabajo y ocio en la capital de Holanda”, explicó la diseñadora Mustafa Tanriverdi.
De acuerdo con el diario El País, las calles de Ámsterdam eran ensuciadas con alrededor de 1,5 millones de kilos de chicle, lo que era molesto para los habitantes y muy costoso para las autoridades. “Ámsterdam es una ciudad de la que podemos enorgullecernos y que queremos limpia, el Ayuntamiento no puede hacerlo solo”, mencionó Marijin Bosman, miembro de la organización.
El único punto no tan a favor de este calzado es su precio, pues cuesta 199 euros, poco menos de 4 mil 500 pesos mexicanos. ¿Qué opinas de esta iniciativa?
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