Una cosa está clara, cualquier persona que se plantee este dilema tiene un claro objetivo en mente: dejar de vestir aburrido en el trabajo. A continuación tienes algunas ideas para resolver este dilema y llevar a gusto tu ropa de trabajo.
El look clásico es la manera más cómoda y fácil de vestir para la oficina independientemente de tu trabajo, pero es también es probablemente el look más aburrido a menos que tengas en cuenta este consejo: nunca dejes de añadir complementos. Todo está en los detalles.
El look casual es muy fácil de conseguir y es además muy versátil. La clave está en usar siempre tacones, una blusa de seda, chaqueta y bolso. Pásatelo bien utilizando accesorios que se adapten a las condiciones de tu trabajo.
El look chic desenfadado es perfecto si eres de esas personas que se inclinan por la moda pero sin tratar de aparentarlo. Muchas celebrities tratan de dominar este estilo a pesar de que a veces acaban aparentando un aspecto descuidado y no invitan a seguir su ejemplo. El consejo es jugar con diferentes estilos y combinar formas. Los tacones se ven mejores con este estilo.
El look sofisticado es fácil de hacer pero requiere cierta experiencia e incluso divertirse vistiendo diferente prendas. Para este estilo es fundamental que disfrutes de la moda y que empieces con un look clásico como base y vayas añadiendo accesorios y complementos acordes a tu estilo y personalidad.
Un look simple y femenino es el ideal si eres de las que les gusta ir con vestidos coquetos, y con un estilo casual y elegante. El consejo es que vistas faldas a la altura o por encima de las rodillas.
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