Hay muchos aceites en el mercado, y todos tienen su función, pero sin duda, hay pocos tan versátiles como el aceite de jojoba. Es un producto todoterreno que se usa desde la Antigüedad. Sirve para sellar, para nutrir, para hidratar, etc.
En el cabello se puede usar para hacer una cura de nutrición en el pelo seco o estropeado. Se aplica de medios a puntas una hora antes de lavarnos el pelo, se envuelve en una toalla preferentemente tibia y se aclara normalmente. Sirve para controlar el encrespamiento y para sellar las puntas.
En el rostro, lo podemos usar como aceite desmaquillante, ideal para retirar el maquillaje waterproof, o como tratamiento de belleza. También sirve para dar masajes faciales. Échate unas gotas en las manos, frótalas para calentarlo y aplícalo sobre el rostro. No te laves las manos y así también las nutrirás.
En el cuerpo se puede aplicar directamente después de la ducha, sobre la piel mojada. Después nos secamos dando pequeños toques con la toalla. También sirve para enriquecer las cremas hidratantes.
Yo ahora estoy usando el de la marca Evoluderm, que la podéis encontrar en Primor en torno a los dos euros. Tenéis una gran variedad, porque tienen de argán y onagra, de elmednras dulces, etc.
Está libre de parabenos y es un producto bio respetuoso con el medio ambiente. El 98% de sus ingredientes son de origen vegetal. El olor es sutil y afrutado.
¿Os gusta usar aceites en vuestra rutina de belleza? ¿Habéis probado el de jojoba?
Fuente: este post proviene de Jornadas en el Tocador, donde puedes consultar el contenido original.
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